Durante los festejos de Nochebuena, en calles de la Ciudad de México se perciben cientos de perros en situación de calle, cuestión que, sumado al uso de pirotecnia y a las bajas temperaturas, representa un problema que pone en riesgo a cerca del 70 por ciento de caninos en México por vivir en las calles.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alrededor del 70% de los perros en el país son callejeros, ya sea porque nacieron sin un hogar o simplemente porque fueron abandonados.
Algunos con playeras y suéteres improvisados que les brinda la gente que los reconoce, otros simplemente cubiertos por su pelaje que, en su mayoría, no alcanza para proveerles del calor suficiente ante los frentes fríos registrados en casi todo el país, buscan refugio en cualquier lugar que les permita pasar las noches invernales de diciembre.
Con suerte, algunos se encuentran con cartones o mantas que algunas personas dejan por el camino para apaciguar las bajas temperaturas y así hacerles más ameno el “descanso”, pero la mayoría de ocasiones los perritos se tienden sobre el pavimento y si tienen la posibilidad se dan cobijo entre ellos.
“Cada que puedo le doy de comer a los perros que rondan por la colonia, pero en estas fechas eso ya no es suficiente. Cuando el frío comienza a sentirse, los animalitos están intranquilos y por las noches buscan puestos de tacos o meterse debajo de algunos coches para ganar algo de calor" contó Evelyn Dávila, ciudadana de la alcaldía Miguel Hidalgo y quien mantiene un pequeño refugio para animales abandonados.
"Sólo le pido a las personas que, si está en sus posibilidades, ayuden a los perritos y les den una cobija o por lo menos un montón de hojas de periódico, ellos se los agradecerán mucho”. pidió.
Pero el frío no es el único problema que aqueja a los perritos, en cuanto llega la víspera de Navidad al ambiente helado se le suma el factor hostil cuando este comienza a llenarse de neblina y surgen estallidos provenientes de la quema de pirotecnia, la cual llega a causar ansiedad en los caninos.
Van desde palomas, dardos y cuetes hasta fuegos artificiales los que son quemados para celebrar la llegada de la Navidad, pero a su vez provocan que los callejeros y abandonados busquen escondites, tiemblen de miedo, se desorienten y corran despavoridos sin rumbo, exponiéndose a sí mismos a sufrir accidentes.
De acuerdo con el sitio Ética Animal, “los ruidos causados por la pirotecnia pueden provocar una pérdida de audición y tinnitus, un fenómeno consistente en percibir golpes o sonidos en el oído que no provienen de una fuente externa, es decir, oír ruidos que no se corresponden con ningún sonido externo”.
Y a pesar de que la Ley Federal de Pirotecnia ha prohibido a los ingenios de propiedades deflagrantes, sonoros, luminosos o caloríficos, elaborados a partir de algunas sustancias químicas, se percibieron varios ciudadanos realizando estas prácticas y no se las aplicó sanción alguna.
La Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), compartió que el impacto auditivo de la pirotecnia es 100 veces mayor que los animales, por lo que su daño en ellos es severo.
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