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Jorge es conductor de un taxi por aplicación y hace más de un mes al circular sobre la carretera México – Toluca, entre los kilómetros 14 y 15, su auto derrapó y estuvo a poco de volcarse: “Agarré una curva y me fui sin más, pude maniobrar rápido y quedé en una cuneta de la carretera, pero si no hubiera reaccionado a tiempo me hubiera ido al barranco”, recuerda al señalar que sospecha, junto con otros automovilistas, que estos accidentes son provocados por operadores de una grúa que “casualmente” están en ese lugar.
Tras este susto y al bajar del vehículo para asegurarse que todo estuviera en orden, se percató que sobre el asfalto en la citada curva había aceite regado, lo que le intrigó: “Me llamó la atención que en esa parte exactamente donde está la curva hubiera tanto aceite y revisé y mi auto no lo había tirado”.
Este automovilista comenta que por coincidencia una grúa de auxilio vial del Gobierno del Estado de México siempre está estacionada en ese sitio y cuando él sufrió el accidente le ofrecieron de inmediato ayuda, aunque no hubo necesidad y pudo continuar con su viaje.
Jorge señaló a Crónica que después del susto y de ese episodio se quedó intrigado sobre el aceite regado en esa curva y por qué precisamente esa grúa está en el lugar y por qué los operadores de ésta no han denunciado que hay grasa en el asfalto o en su defecto y como buena acción la limpiaran con tierra o alertaran con alguna señal.
Con esa inquietud, este taxista de servicio por aplicación regresó al lugar el mismo día de su percance y se encontró que alguien se había accidentado en el sitio por causa del mismo aceite desparramado.
“Había dos accidentes, un auto que volcó mientras que los de la grúa ‘ayudaban’ para poner sobre sus cuatro ruedas tras volcarse y otro que al parecer quedó en susto. Me brinqué el muro de contención y en eso alguien me llamó por mi nombre”, asegura Jorge.
Este conductor explica que la persona que fue víctima del accidente era Martín, un colega que igual que él derrapó, pero no tuvo suerte para evitar el percance y volcó su unidad.
“Mi compañero me dijo que perdió el control por haber aceite en el asfalto, pero como su auto se volcó sí tuvo que ocupar el servicio de grúa, pero lo que me pareció extraño fue que los operadores de ésta le dijeron que ellos lo llevarían a su casa o algún taller, pero que no llamara a su seguro”.
Este suceso también fue compartido a este diario por Martín, quien señaló que los operadores de la grúa se portaron muy serviciales para auxiliarlo, sin embargo, cuando les dijo que llamaría a su seguro le sugirieron que no, ya que según me dijeron “tardarían mucho en llegar, además, me comentaron que los del seguro no podrían atenderlo en esa zona por ser un área federal, y accedí, no sospeché nada hasta que me encontré a Jorge”.
Martín recuerda que mientras él atendía el accidente, Jorge recorrió la zona y encontró un galón de aceite para autos vacío tirado a unos metros del barranco, cuestionó a los operadores de la grúa y le dijeron que “unas horas antes hubo otro accidente y ese vehículo había derramado el aceite, pero estaba por toda la curva, no se veía rastro de algún percance o rastros de partes de algún auto accidentado pero sí ese galón vacío”.
Las sospechas de Jorge crecían cada vez más, así que nuevamente y con la prueba del galón vacío en mano volvió a interrogar a los gruyeros: “Me acerqué, dejé el galón cerca y en eso uno de los chalanes le dice al otro: quita ese galón de ahí y volvieron a repetirme lo del accidente”, confirmó.
Con el comentario de los operadores de la grúa todo quedó claro para mí, dijo Jorge y su sospecha se hacía más fuerte. “Si no tenían nada que ver con el aceite tirado ¿por qué la necesidad de esconder ese galón y estar precisamente en el lugar para auxiliar a automovilistas accidentados y evitar que llamaran a sus seguros?”
“Me dio coraje, ya que es una impudencia, ¿te imaginas si me hubiera volcado y hubiera llevado a mi familia?”, expresó Jorge.
Jorge y Martín dicen que buscarán si otros conductores que sufrieron un accidente similar en ese lugar requirieron el servicio que ofrecen los operadores de esta grúa, ya que de ser así se hace más sólida la sospecha de que estos siniestros pudieron ser provocados, por lo que tomarán cartas en el asunto y presentarán una denuncia contra quien resulte responsable.
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