Metrópoli

"El güero taquero" invadió Cuautepec y aseguró el voto de los locatarios

Santiago Taboada recorrió el Barrio Alto en GAM, donde comió tacos de tripa, subió al cerro, caminó entre grandes baches y recibió el apoyo de los comerciantes y vecinos de una comunidad eternamente inclinada a la izquierda

El candidato del PAN, Marko Cortés, saluda a sus simpatizantes durante una manifestación en la Ciudad de México.
El candidato del PAN, Marko Cortés, saluda a sus simpatizantes durante una manifestación en la Ciudad de México. El candidato del PAN, Marko Cortés, saluda a sus simpatizantes durante una manifestación en la Ciudad de México. (Jorge Aguilar)

Santiago Taboada, desde este día bautizado como "El Güero Taquero", hizo presencia en las calles de Barrio Alto, Cuautepec, de la alcaldía Gustavo A. Madero; a pesar de los rumores que existían de que esa localidad estaba extremadamente inclinada hacia la izquierda y en ningún momento dejarían que un "emPANizado" entrara a hacer campaña ahí, los comerciantes, habitantes y transeúntes se desbordaban para demostrarle su apoyo y entre empujones, arrimarle un taco o producto que vendieran en el tianguis.

El recorrido comenzó en la Cerrada Rosario, una calle en la que solamente se congregaron alrededor de 70 personas que portaban bocinas que repetían una y otra vez su canción publicitaria y ondeaban algunas banderas del PAN, PRI y PRD. En el parabrisas de un vocho se extendía una lona con la cara del candidato, aunque previo a su llegada, los interesados en el evento eran pocos, ni siquiera camiones de acarreados se observaban en el sitio.

A la 1:30, Taboada llegó al lugar, ahí, varios de los vecinos y locatarios salieron a recibirlo, los 70 asistentes rápidamente se convirtieron en 100. Lo primero que hizo fue acercase a un puesto de tacos de tripa, donde en las estrechas calles de Cuautepec, ya no cabía una persona más. Los baches de las avenidas y las banquetas invadidas por pérgolas no impedían que más gente saliera a recibirlo, quellos que no pudieron salir, lo observaban desde sus terrazas en obra negra y con varillas salidas y algunas ventanas sin vidrios.

"Decían que no íbamos a salir a caminar, aquí estamos, en GAM, que nos vengan a meter", se escuchaba en todo el sendero.

"Estás bien guapo güero, por eso voy a votar por ti; saca a estos de Morena", gritó una señora, quien aún en pijama, bailaba desde su terraza.

En el puesto de tacos, todo era alegría, entre las banderas era fácil reconocerlo, pues su color de piel y de cabello, dista mucho de los oriundos de Barrio Alto. Ahí, el vendedor le acercó el taco en el tradicional plato azul con bolsa de plástico, entre los gritos, se escuchó "que le muerda, que le muerda"; "Santiago, amigo, la GAM está contigo". Cuando se terminó el taco (de tres mordidas), los vecinos festejaban y gritaban "Güero taquero, güero taquero", el sobrenombre que adquirió hasta el fin del recorrido. Taboada agradeció la garnacha y dijo: "qué bueno cabrón, solo desayuné el pulque que me dieron en Milpa Alta".

Aún con comida en la boca, Taboada saludó a la presidenta local del PRD, Nora Arias, quien le dijo: "Santiago, esta es tu casa". Ya con las dos personalidades en la calle, los habitantes no dejaban de aplaudir. La caminata siguió y más gente se unió, 250 personas se acumularon en los andadores; en su paso por estéticas, barberías, tiendas de abarrotes, papelerías y recauderías saludó a los locatarios, quienes, en su totalidad, le dieron la mano y aceptaron las bolsas para el mandado. "Por favor, les encargo el dos de junio" --- "claro que sí, pero espéreme, también le quiero pedir algo" --- dijo una vendedora de verdura. "Nos vinieron a prometer pintura y arreglar las calles, vea como está todo, güero, no se puede ni caminar", añadió.

En una funeraria y carnicería, con la infraestructura visiblemente dañada y la pintura desgastada, también se detuvo y sin que Taboada les dijera algo, los comerciantes le comentaron: "El cambio viene, tú eres el que los va a sacar de aquí, ayuda a nuestros locales, fuera Morena".

"El Güero" solamente decía que sí, sin embargo, los demás puestos y caminantes apoyaron: "Claro que es el que los va a sacar, díganle todo lo que nos vinieron a prometer, ya se van, ya se van, jefe de Gobierno, fuera Morena, Clara Brugada, no vengas", gritaba una señora al mismo tiempo que señalaba una propaganda de la morenista.

El paso siguió por la vereda hacia la iglesia del barrio, ahí, la los vendedores de pequeños puestos de pulseras y flores no dudaron en extenderle la mano y pedirle las bolsas que regalaba; aunque en ese punto se encontraban más niños, Taboada repartió bolsas de dulces y los papás, le agradecían. El candidato paró, ya que dos habitantes, de vestimenta humilde, lo increparon para decirle: "ayúdanos a que mantener la iglesia como una de las más antiguas de toda la zona, queremos conservar nuestras tradiciones del pueblo".

Una vendedora de flores se puso feliz cuando se enteró de que Taboada promete el "salario rosa chilango"; "ay entonces sí voto mejor por ti, estás muy guapo, güero, jaja", dijo.

Crónica platicó con algunos de los curiosos que asistieron al recorrido, los cuales, aseguraron que por una ocasión inédita, le darían oportunidad en las urnas a alguien de derecha, pues aunque cada seis y tres años, Morena acude al barrio a prometer un cambio, los dichos no se vuelven realidad.

"Siempre vienen los de Morena a decirnos que nos van a tomar en cuenta, ve las calles cómo están, ahorita no pasa nada, pero a ti, por no ser de aquí, ya te hubieran asaltado. Ya no podemos perder más, pues vamos a darle chance, a ver si mi hijo alcanza a aunque sea un cuaderno para sus útiles de la escuela", compartió un ama de casa.

"Chíguil vino una vez y Clara no se va a parar aquí, va a estar hoy, pero en el campo de fútbol, donde está todo bonito, ahí ni es Cuautepec. Que venga a caminar, la recibo en mi casa, pero es tonto, nos invitaron a irla a ver al rato y no te le puedes acercar", añadió.

Las veredas se hacían más pronunciadas, intransitables y las casas, más pobres, sin paredes aplanadas, con los ladrillos expuestos y con visible falta de mantenimiento. "El Güero" no desistía en su paso hacia la parte más alta del cerro; aún en un territorio carente de propaganda de Taboada y lleno de carteles de Brugada, no hubo alguien que le rechazara el saludo. La pendiente se hacía más inclinada y un joven se acercó para decirle que en la punta de la montaña vivía su abuelita enferma con su madre y que no se olvidara de ellas; "los otros no les han dado nada", dijo.

Aunque los pasos se hacían más difíciles, los simpatizantes decían: "sube Taboada, sube, así como en las encuestas". El candidato respondía: "eso chingao sin cansarse, falta poco para ganar".

En las barrancas, algunos niños se pararon en las piedras para verlo, otros que estaban en un puesto de películas salieron a chocar su mano, ellos, también recibieron dulces. Aunque no pueden votar, pidieron un folleto de los que repartían con las "cinco de Taboada".

La subida terminó y el candidato escaló al templete para enumerar sus propuestas en seguridad, movilidad, salud y agua; algunos choferes de microbús, levantaron su cerveza para desde atrás, decirle: "salud por eso".

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