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Con 46 votos a favor y 20 en contra —entre lucha de carteles, descalificaciones, playeras, peleas por el micrófono por apoderarse de la tribuna— el Congreso de la Ciudad de México aprobó la Reforma al Poder Judicial. A diferencia de otros recintos legislativos federales, donde las manifestaciones intentaron frenar la validación del dictamen, en la capital, la oposición se quedó sola, las calles no tenían manifestantes, la policía no tenía a quién contener y sólo un pequeño grupo de diputados dio la batalla contra la Cuarta Transformación.
El espacio de la mesa directiva, la tribuna y las escaleras para subir a ésta se convirtieron en una pasarela para que los legisladores mostraran el outfit elegido para la batalla: playeras negras de la resistencia que intentaban ensombrecer a lo que llaman "el corazón de la Cuarta Transformación".
La decisión estaba tomada antes de discutirse, Morena y aliados solamente tenían que ignorar a la oposición, no necesitaban ninguno de sus votos, lo que el PAN, PRI, MC o el "independiente" PRD dijeran era intrascendente. La bancada de la 4T durmió la noche previa en el recinto para asegurar su pronta llegada, pero la ciudadanía no tuvo la intención de bloquear las calles.
Sin embargo, desde que "la resistencia", en voz del panista Ricardo Rubio, tomó la palabra para advertir los daños, retrocesos e ineficiencias de las Fiscalías, así como tratar de convencer a los del Partido Verde para que votaran en contra, los diputados de la 4T y sus amigos subieron a la mesa directiva para alabar a Andrés Manuel López Obrador, despedirlo por sus últimos días en el poder, tapar con sus carteles a la oposición y decir que sus más de 30 millones de votos los hacía mejor que los demás y que los privilegios se terminaron; durante más de una hora no se habló de la Reforma.
"Aprobaron la destrucción de los cimientos de un régimen democrático, no será la gente la que elija libremente, sino ustedes; una elección apartidista e independiente, sí como no. Hay un lugar en el mundo donde hacen eso y ustedes lo van a aplicar, fue en Bolivia y fue un fracaso rotundo, la gente no salió a votar. Se prevé una reforma de control con un tribunal inquisitorio de justicia, que la Ley nombrará de disciplina, díganlo, es de la santa inquisición; bajo parámetros de ir en contra de los intereses, con eso van a poder encarcelar a quien quieran; es lo que quieren imponer, con los argumentos más viles que sólo se ha visto en la Alemania nazi", advirtió Rubio.
"Es un honor estar con Obrador", murmuraban los morenistas.
Los panistas y uno que otro del PRI defendían la resistencia contra el oficialismo en tribuna; no obstante, algo que casi nunca sucede, el espacio de la mesa directiva fue resguardado por Morena, sus legisladores no permitían el paso por la escalera a cualquier opositor; sus carteles regían la máxima autoridad del recinto legislativo.
La única que podía estar arriba era la secretaria panista Olivia Garza y aunque levantaba un cartel de la resistencia, los más de 10 morenistas que estaban casi encima de ella, la intimidaron.
Garza se minimizó cuando fue obligada a bajar su cartel para que no saliera a cuadro (aunque la toma de la cámara es cerrada) cuando los diputados de Morena subieron a la tribuna. Por órdenes de Martha Ávila, también se tenía que retirar su outfit de resistencia, la mujer no supo qué hacer, volteaba a ver a sus compañeros en busca de apoyo, sí se lo dieron, pero las miradas de la 4T pudieron más para que terminara su protesta.
Cuando los panistas tomaban la tribuna, los morenistas y del PT sí podían levantar sus carteles, aunque la mesa directiva pedía que sus compañeros bajaran del podio, estos no accedían.
La voz de Ávila fue ensombrecida por los gritos de los legisladores "que se bajen, solamente hay de Morena arriba, queremos verlos que se bajen, a ver", decían las panistas; "diputadas permitan la salida", suplicaba Ávila, todavía ignorada. "Tú no me vas a calmar", gritaban varias.
Al mismo tiempo, las bancadas de la 4T en unísono enunciaban: "no farsantes". Para finiquitar la pelea, Martha tuvo que intervenir, abandonó su silla, calmó los gritos y le instruyó al personal de resguardo que bloqueara los accesos a la mesa directiva, solicitud que no funcionó para tranquilizar los ánimos, los gritos seguían sin control.
Hasta ese momento, dos horas desde que inició la sesión, llegaron los manifestantes, pero a tres calles de donde se encuentra el Congreso; la fuerza policial no permitió que se acercaran, aunque los no más de 20 trabajadores del Poder Judicial que acudieron no hacían ruido ni llamaban la atención; la manifestación más intensa estaba dentro del recinto.
Un gran camión de la policía capitalina bloqueaba la calle de Allende, aunque no era necesario, no tenían intención de accesar, los pocos transeúntes ignoraban el intento de manifestación.
Los oradores a favor y en contra continuaban, la oposición anunciaba consecuencias fatídicas y la 4T afirmaba que darle al pueblo la razón es la única vía para la democracia.
Luego de un receso, más diputados subieron a la tribuna, no se dijo algo nuevo a lo anunciado en días previos; que se evitara la destrucción del Poder Judicial.
Tras cuatro horas, el momento de la votación llegó, el recinto estaba invadido por la expectativa de cuál sería el sentido del voto del PRD, ya que Morena aseguró a sus dos integrantes como aliados, una "mayoría artificial", como lo nombró el PAN.
La presidencia pidió que se abriera el sistema de votación, con caras de desánimo, pero nunca con la cara baja, las bancadas del PAN, PRI y MC sabían que no había vuelta atrás, la decisión estaba tomada, sin embargo, no dejaban de ver el tablero, para verificar su contra.
Los morenistas no paraban las porras, la palabra "a favor" de color verde invadía el tablero, mientras más se acumulaban, subían el tono de voz. Los dos legisladores del PRD, Nora Arias y Pablo Trejo, emitieron sufragios a favor, la 4T celebró "sí se pudo".
"Por eso pierde el PAN", dijo Morena; "resistencia", enunció el PAN, aún con sus playeras negras y los carteles arriba.
"En consecuencia, este Honorable Congreso de la Ciudad de México declara aprobada la minuta con proyecto de decreto por el que se Reforman, adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Reforma del Poder Judicial", anunció la presidencia.
Morena y aliados celebraron y entonaron el himno nacional; la oposición no abandonó el recinto, se mantuvo firme aunque con las caras desencajadas.
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