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En un llamado contra la proliferación de pendones electorales que saturan las calles de Tlalpan, Marina Marti, la candidata a la alcaldía por Movimiento Ciudadano, propuso una iniciativa simbólica para demostrar este rechazo: "pegar narices de payaso a aquellos que despilfarran recursos y contaminan nuestra ciudad".
La candidata denunció estos elementos como "basura electoral", desafiando a la comunidad a unirse en una iniciativa simbólica para rechazar esta práctica que derrocha recursos y contamina el entorno urbano.
Su propuesta no ha caído en oídos sordos: los vecinos respondieron positivamente, mostrando un fuerte respaldo a la convocatoria de Martí. La idea de colocar narices de payaso como señal de descontento ha ganado tracción rápidamente, convirtiéndose en un símbolo tangible de la resistencia ciudadana contra la invasión visual y ambiental que representan los pendones electorales.
En un gesto de compromiso con su comunidad, Marina se adentró en las calles de la colonia Toriello Guerra, donde escuchó de primera mano las inquietudes y preocupaciones de los residentes con respecto a esta problemática. Su enfoque en el contacto humano directo y en el respeto al entorno ha resonado entre los ciudadanos, quienes han encontrado en ella una voz que defiende sus intereses y dignidad.
Reiteró que su campaña se distingue por su énfasis en propuestas reales y tangibles, en contraposición a la publicidad excesiva que caracteriza a muchos políticos. "No traigo basura electoral, traigo propuestas sólidas", afirmó Marti, destacando su preferencia por el contacto cara a cara con los vecinos en lugar de llenar la ciudad con su imagen.
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