Metrópoli

"Me decían que no iba a poder doblar mis extremidades, ahora soy subcampeón mundial de taekwondo"

Iván posee estrabismo, hecho que lo ataría a que sus brazos y piernas no tendrían grandes movimientos y posteriormente perdería la vista y el oído; luego de practicar el deporte, se convirtió en un atleta de alto rendimiento, hoy campeón nacional

Debido a una negligencia médica en el año 2005, Iván dejó de respirar al momento de nacer, hecho que lo llevó a desarrollar de por vida esas afecciones en su salud.

Jorge Aguilar

Iván Casarrubias Mendoza sale a la arena de combate, camina con la bandera de México en sus manos y escucha al público corear el nombre de su país. El subcampeón mundial de Parapoomsae - Taekwondo es un joven de 17 años que tiene parálisis cerebral y estrabismo, padecimientos que le daban poca esperanza de vida y nulas posibilidades de ser independiente y realizar actividades como caminar, correr y flexionar sus extremidades. Éste chico, quien es un ejemplo de perseverancia y disciplina, destruyó todos los comentarios que le decían "tú no vas a poder, mejor no lo intentes" y a pesar de los diagnósticos negativos, hoy disputa campeonatos en Holanda, Inglaterra, Colombia y Oceanía, enfrentándose mano a mano con los mejores del mundo.

Debido a una negligencia médica en el año 2005, Iván dejó de respirar al momento de nacer, hecho que lo llevó a desarrollar de por vida esas afecciones en su salud. Luego de varias valoraciones en las que se explicaba que sus brazos y piernas no tendrían grandes movimientos y que posteriormente perdería la vista y el oído, su madre decidió llevarlo a estimulación temprana; hasta los 7 años su rehabilitaciónla llevó a cabo en la CDMX, y después lo inscribió a las clases de Taekwondo que daban en su escuela. Dentro de ésta disciplina encontró la modalidad de Poomsae, el cual consiste en una combinación de defensas y ataques, ejecutados en una línea de movimientos contra varios adversarios imaginarios.

Luego de varios meses desarrollando ese deporte, la familia de Iván encontró en el ámbito deportivo una rehabilitación en la que rápidamente su cuerpo adquiría mayor movilidad, sumado a que, de manera fugaz, el entonces niño subía de rango y cintas de manera imparable, logrando que su desempeño fuera equiparable al de infantes con desarrollo regular, por ejemplo poder patear y flexionar a los ocho años, acción casi imposible para alguien con esa discapacidad.

"Me dijeron que ni el aparato de mejor tecnología lo iba a ayudar a escuchar, pero junto a la pediatra Carmen de Anda empecé con la estimulación temprana y en el taekwondo manejan todos los ejercicios. Cuando comenzó a entrenar me dijeron que no iba a pasar de la cinta verde y que no iba a ser atleta de alto rendimiento y ahora que es el campeón nacional, las recompensas son infinitas", reveló su madre.

"De ser un niño que no levantaba el pie, a los seis años ya podía y aunque me decían que no hiciera algunos ejercicios, yo les decía que lo dejáramos, que sí podía. Cuando entró a la selección de poomsae regular, ya podía flexionar sus piernas, porque donde él encontraba un lugar para practicar, lo hacía una y otra vez, entonces lejos de desmotivarse, lo alentaba a ser mejor".

Relató que, "son chicos que crecen con tantos 'no puedes' que los empujan a lograr sus objetivos, a veces los miedos y pensar que se va a caer es algo que traemos nosotros. A él toda la vida le dijeron que no y por eso lo intenta, me dijeron que no iba a poder leer y cuando entró a la primaria leía a su manera e incluso aclamó una poseía enfrente de toda la escuela".

A pesar de los diagnósticos negativos, es profesor 

Más allá de una competencia, Iván demuestra que los padecimientos clínicos son solamente limitantes mentales, demostrando que la vida se termina cuando se deja de soñar, haciendo que cada campeonato al que se enfrenta sea un nostálgico viaje en el que junto a otros jóvenes con capacidades diferentes se comparte el amor por el deporte.

Lejos de ser un motivo para decaerse o excluirse ante una sociedad en donde pueden existir comentarios discriminatorios o espacios poco incluyentes para personas con discapacidad, Iván encontró en sus limitantes un escenario para demostrar que cualquier persona puede lograr sus sueños y reafirmar que lo imposible solo cuesta un poco más. Tomado de a mano con su madre, han "nadado" contra corriente, transformando cada "no puedo" en un escalón que cimentó las bases de una carrera exitosa y llevándolo a ser el campeón nacional y subcampeón a nivel global.

Actualmente es profesor de Taekwondo en el Colegio Lafayette para niños de preescolar y primaria.

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Recomienda nunca dejar de soñar

A pesar de los comentarios destructivos y perjudiciales en su contra, el deportista que inició su preparación en la Academia Jaguares actualmente es profesor de Taekwondo en el Colegio Lafayette para niños de preescolar y primaria, institución educativa que ha utilizado como escenario en esta disciplina para inspirar a niños y adolescentes a salir adelante, siendo un ejemplo de que con trabajo, disciplina y dedicación se pueden realizar los sueños, aun teniendo alguna discapacidad.

"Es increíble ver el crecimiento que he tenido, es muy bonito ver todo lo que he logrado desde que no podía patear algo, es algo que veía inalcanzable. Ganarle a un competidor que es más grande que yo es una meta de la que me siento orgulloso y digo ¡wow! Ya lo hice. Recomiendo que no dejen de soñar porque se logran y pueden parecer inalcanzables, pero lo vas a lograr. Siempre soñé en tener mi uniforme e ir a un mundial y hoy lo tengo. Entrar con mi bandera al estadio y escuchar que todos están gritando '¡México, México!' es imponente".

"Ahora que soy subcampeón mundial, me doy cuenta que tienes que verle la parte feliz a la vida, porque la vida es pura alegría, aprendo mucho de mis amigos que tienen síndrome de down y aunque no ganen medallas son felices y yo me enojo cuando quedo en segundo lugar. Ellos me dicen 'yo no gané y ve lo feliz que estoy'; aprendí que todo en la vida es felicidad; es una experiencia inolvidable", comentó Iván.

Además destacó que, "no importa el resultado, solamente vale la pena ir y demostrar que puedo, estar con mi familia y disfrutarlo mucho. A las personas que dicen que no pueden hacer nada les digo que sí se puede, vivimos en un mundo tan negativo en el que necesitamos pensar de manera positiva, las personas con capacidades diferentes siempre estamos alegres porque cada cosa mala que nos pasa, sabemos que no es para siempre y que después viene algo bueno para nosotros. A mis amigos un día nos dijeron que no íbamos a poder y lo logramos, esos comentarios me dan fuerza para seguir adelante".

Para Iván lo importante es demostrar que puede y disfrutar el mlmento.

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Metas que no tienen límites

El deportista, quien ante los ojos de la gente, pareciera no tener limitantes, reveló que desea que el himno nacional mexicano retumbe en las paredes de un estadio cuando logre ser campeón mundial y posteriormente, cuando el parapoomsae sea considerado un deporte olímpico, representar a su país en la próxima justa deportiva.

El ejemplo de lucha y dedicación llevó a Iván a acumular 38 medallas, en su mayoría de clasificación oro durante campeonatos celebrados en Viena, Alemania, Holanda, Inglaterra, Colombia, Venezuela, Canadá, Argentina, Oceanía, Ciudad de México, Veracruz, Zacatecas, Guadalajara, Hidalgo y Veracruz. 

Los diagnósticos que explicaban poca esperanza de vida, nulo desarrollo y dependencia máxima con sus familiares que le impediría llevar una vida regular, quedaron sepultados con los logros que el atleta vive actualmente, pues trabaja como auxiliar en un restaurante gracias a un programa de inclusión para personas con capacidades diferentes, integrándolos a actividades como lava loza, meseros y ayudantes.

"Cada pensamiento negativo que recibo me hace salir con más fuerza para vencer a mis oponentes, para mí el no puedo no existe, esa palabra ni la conozco, no está en mi vocabulario. Quiero ir a los juegos de Miami 2028, la motivación que me dan mis amigos hace que crezca cada día más, vamos a ir a festejar", manifestó el atleta.

Los sueños de Iván no terminan ganando una competencia, el deportista anhela que alguna marca como Nike o Adidas se interese en él y sea la persona con capacidades diferentes, pionera en representar una empresa dedica al ejercicio; asimismo llama a que los mexicanos se sumen a apoyar con patrocinios los viáticos para el traslado y comidas, aspectos que generalmente no son liquidados en México. 

Iván reveló uno de sus deseos, "quiero que me patrocine Adidas y que me den mi ropa y los artículos deportivos, ser el primero en estar en esas marcas; también Toyota para que me dé un carro y trasladarme a mis entrenamientos. Necesitamos que nos apoyen porque a veces no nos cubren todos los gastos pero como la gente ve que le echa ganas siempre nos ayudan, por ejemplo mi jefe del restaurante nos ayudó con los boletos de avión porque doy resultados; Querétaro también nos ayuda porque ven lo que puedo lograr".

Con su perseverancia, Iván seguirá pisando arenas y pelando hasta que el himno de su país sea lo que hipnotice a los asistentes de un estadio. Una persona que a los 19 años iba a ser incapaz de moverse y flexionar sus extremidades, se convirtió en el líder de los atletas paralímpicos, luego de guardar en un cajón todas las limitantes que le decían "no puedo, no debo, no hago, yo no funciono".

Iván, un joven perseverante sigue cosechando truinfos..

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