Metrópoli

Metro solapa hostigamiento laboral contra personal de vigilancia de las líneas 1, 7 y A

Con indicativo "Hades", Guillermo Rubén Molina, quien había causado baja, pero fue rescatado por la administración de Florencia Serranía, acosa a trabajadoras y trabajadores y reta a que lo denuncien por sus maltratos, con lo que perjudica la seguridad de los usuarios por despido de personal  

crisis en seguridad

STC Metro

El STC Metro transporta diariamente a más de seis millones de usuarios.

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A las crisis que vive el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, por Línea, 1, Línea 9, Línea 12, Línea 3 y Línea A, hoy se suma otra que también pone en riesgo a los usuarios, y esa es falta de seguridad en su paso por diversas instalaciones a cargo de personal de vigilancia con la que cuenta el propio organismo, pero que es maltratado por sus superiores, lo que vulnera los trayectos seguros.

En Línea 1, las estaciones que dan servicio de Balderas a Observatorio, así como la Línea 7 y la A el coordinador de la “Zona D” -que abarca las citadas líneas-, Guillermo Rubén Molina Martínez, se refiere a su personal como tontos, además de que a las mujeres las hostiga constantemente por el radio Tetra.

Molina Martínez incluso reta a quienes están en desacuerdo en cómo trata a sus subalternos se vaya o pidan cambio, lo que necesariamente, asegura, debe pasar por él.

“Él dice que si no estamos de acuerdo pidamos nuestra baja o éal nos puede ayudar para que nos corran. Se enorgullece diciendo que él ha corrido a varios vigilantes del STC. Recientemente corrió a una compañera y a un compañero de honorarios de manera arbitraria. Nos tiene amenazados que si vamos a la gerencia tomara represalias en nuestra persona. Por eso mismo se hace de manera anónima esta petición”, dicen los trabajadores con los que esta reportera pudo contactar personalmente.

El jefe de vigilantes ya ha sido denunciado en varias ocasiones. Incluso causó baja, pero regresó en la administración de Florencia Serranía.

“Ya ha tenido demandas por esta situación, y sólo dice que nadie le puede hacer nada. Que está bien palancas en el gobierno capitalino, y lardea en que será el gerente de seguridad institucional del organismo”.

Guillermo Rubén Molina es empleado de confianza y desde su cargo busca beneficiar a sus allegado, por lo que así se explica el maltrato hacia otros que no simpatizan con él.

El trabajador incluso pide dinero a cambio de hacer efectivas las prestaciones que por ley y reconocidas en el contrato colectivo de trabajo les deben garantizar a todos quienes laboran en el STC.

“Sólo trata bien a sus preferidos, un grupo de vigilantes que han sido los únicos beneficiados con el pago de días laborados. Les paga más horas extras de las que trabajan. Actualmente está limitado el tiempo extra, y se los da a quienes él escoge, porque a cambio de que los deje trabajar le tienen que dar dinero. Las vacaciones nos las da cuando él quiere, no cuando nos toca de acuerdo con la fecha de ingreso que tenemos”.

Los trabajadores narran que todo esto ha perjudicado la vigilancia en el Metro, porque mueve personal, y hay ausencias injustificadas que se notan en algunas estaciones.

Los usuarios no se salvan de incidentes en el Metro, ya sea porque un tren falla o porque dentro los trabajadores tienen conflictos.