
Áreas verdes y centros de recreación que tendrían que ser utilizados para que los niños capitalinos jueguen, los adultos mayores realicen caminatas y los ciclistas pasearan, fueron convertidos en espacios para la acumulación de basura y vivienda de roedores. Los juegos infantiles "Lateral Insurgentes", el gimnasio urbano "Cuitláhuac" y el Deportivo Oceanía son sitios en donde actualmente los juegos y aparatos de ejercicio están cubiertos por desperdicios sanitarios y los andadores para llegar a ellos fueron desaparecidos por los desechos que los camiones de basura depositan en los jardines. Hacia los escenarios insalubres, la alcaldía no ha realizado acciones de limpieza y reubicación de los desechos, pues ante las innumerables denuncias de los ciudadanos, la basura continúa acumulándose en esos vertederos improvisados.
Los habitantes de las colonias que albergan los ex centros recreativos, ahora convertidos en basureros, denuncian que los ciudadanos no son los que ensucian las avenidas y parques, pues la contestación que han tenido las autoridades hacia sus quejas es que los vecinos no cuidan las obras públicas de mejoramiento de áreas comunes que el gobierno pone a su disposición.
Los juegos infantiles "Lateral Insurgentes" dejaron de ser utilizados por los niños residentes de la colonia Vallejo, a partir de que los camiones y los carros recolectores invadieron los cuadrantes del pasto, los toboganes y las resbaladillas. Los padres de los menores aseguraron haber presentado sus quejas en las oficinas de la alcaldía, sin embargo los desechos no fueron retirados.
"No hay muchos parques por La Raza y el único que teníamos está lleno de ratas y bolsas con papeles de baño usados. Siempre que pasan personas de obras públicas y les reclamamos nos ponen de pretexto que los vecinos no cuidan nada y que por eso se despreocuparon en arreglar las calles. Toda la gente que vive aquí tiene claro que lo que come en los parques lo tiene que recoger, sobre eso nunca hubo problema, pero todas las noches los carritos de la basura tiran las bolsas que traen colgando, pero eso ningún policía lo ve", expresó un habitante de la demarcación.
Por otra parte, los padres de los niños que desean jugar en "Lateral Insurgentes" acusan a las autoridades de ser responsables si algún menor es mordido o sufre lesiones por los roedores y los desperdicios del lugar; exclamaron que los infantes que se atreven a convivir en el lugar podrían perder la vida por tocar superficies antihigiénicas.
"Las autoridades tienen la culpa si una rata muerde a los niños, no podemos permitir que corran encima de papeles de baño o cartones con comida chorreada, ellos no se cuidan y se meten las manos a la boca. El día que alguien se muera van a decir que ellos se lo buscaron por jugar ahí, pero no los podemos encerrar, tienen derecho de correr y saltar", argumentó una madre de familia.
En el gimnasio urbano "Cuitláhuac", el escenario insalubre también prevalece en la zona, pues los aparatos que deberían de ser utilizados para hacer ejercicio fueron desaparecidos por la basura y los desechos de la poda de árboles, condiciones que además de impedir las actividades físicas en el parque, han ocasionado accidentes en los peatones que recorren los andadores.
"Cuando pusieron los aparatos ayudaron mucho a quienes no podemos pagar la mensualidad de un gimnasio, porque los que había se ajustaban a lo que necesitan las personas para ejercitarse. Hoy son los botes de la basura de los camiones que podan los árboles, entonces ya nadie va y solamente hay montañas de hojas y ramas. Lo peor es que tienes que caminar por la banqueta porque las hojas hacen que te resbales y muchos se accidentaron; es menos riesgoso caminar por la avenida", compartió un joven vecino del parque.
Hacia otro sitio de la alcaldía, en el acceso al Deportivo Oceanía, centro deportivo que debería ser utilizado para la recreación; los camiones de la basura que utilizan esa vialidad para acceder a la planta recolectora de Villa de Aragón, arrojan durante las noches cartones y bolsas de desechos a la entrada del deportivo, desechos que la administración del sitio no pueden recoger, pues podrían contraer enfermedades.
"Los niños que vienen en la mañana a entrenar tienen que brincar las bolsas de basura que nadie quiere recoger, ya que la administración no lo puede hacer porque es mucho desperdicio y todo está embarrado. En lugar de deportivo es un basurero, ya nos quejamos varias veces y nadie hace nada. En el futuro la entrada se va a tapar y será un terreno para tirar basura como pasa en muchos predios", denunció una usuaria del centro deportivo.
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