Metrópoli

Sheinbaum visita Planta de Carbonización Hidrotermal que convierte la basura orgánica en carbón vegetal

La basura orgánica es la única que hasta el día de hoy no se puede reciclar ni aprovechar

Recorrido por la planta de reciclaje de plásticos
c c (La Crónica de Hoy)

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, celebró el avance de la Planta de Carbonización Hidrotermal que se encuentra en el Bordo Poniente y que tiene el objetivo de aprovechar la basura orgánica de la Ciudad de México convirtiéndola en pequeños cubos de carbón vegetal que pueden ser utilizados “como abono, para quemarlos en plantas de clínker y producir cemento; en carboeléctricas, para producir electricidad; o para producir calor en algún proceso industrial”, informó.

La basura orgánica es la única que hasta el día de hoy no se puede reciclar ni aprovechar; se aprovecha el vidrio, se aprovecha el metal, se aprovecha de papel, pero no se aprovecha la basura orgánica, así lo especificó el coordinador del proyecto, titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Luis Agustín Àlvares-Icaza.

La mandataria capitalina aseguró que la planta es un proyecto único en el mundo, que es “una revolución tecnológica, es una innovación, no existe en ningún otro lugar del mundo, solo aquí, en el Bordo Poniente; aquí en este lugar está la ciencia, la tecnología, la empresa privada, el Gobierno Federal y el Gobierno local. Es una innovación tecnológica a partir de la coordinación de distintas instituciones”.

Sheinbaum indicó que la planta se considera “una solución integral para la basura en las ciudades y para muchos países del mundo”; añadió que el costo para 75 toneladas de basura orgánica es de 300 millones de pesos pero que en la medida en que esta tecnología vaya creciendo, será mucho más barata.

Dio a conocer que en la capital se necesitarían 36 plantas para resolver todo el problema de la basura orgánica, lo que representa una inversión de alrededor de 10 mil millones de pesos, “resolveríamos todo el problema de la basura orgánica de la ciudad y, al mismo tiempo capturamos carbono, y al mismo tiempo le resolvemos un problema a Comisión Federal de Electricidad o a una cementera”.

Luis Agustín Àlvares-Icaza detalló paso a paso la manera en la que funciona la planta y destacó que la materia orgánica se aprovecha de dos formas, ya que combina las tecnologías de gasificación y carbonización hidrotermal.

Explicó que la planta evita emisiones de metano que, a un horizonte de 20 años, es 86 veces más nocivo que el CO2 en cuanto al cambio climático. Al año se estarían evitando hasta 885 mil 600 toneladas de CO2, gases que afectan el cambio climático, lo que equivale a retirar de circulación 120 mil vehículos.

Al año puede secuestrar hasta 9 mil 500 toneladas de carbono siendo una de las plantas de secuestro más grande del mundo y al margen de la reducción de emisiones, se ahorran 15 millones de pesos al no enviar basura a rellenos sanitarios.

Para finalizar, la jefa de Gobierno recordó que la Planta de Carbonización Hidrotermal es un proyecto entre el Gobierno de México, el Gobierno capitalino, la UNAM y la empresa privada G2D, que lo que genera es una opción de desarrollo para México, utilizando la ciencia y la ingeniería en un desarrollo que resuelve un problema para el país. Destacó que CEMEX y BANOBRAS fueron invitados porque la planta cuenta con innovación tecnológica funcional para una planta de producción de cemento y porque se busca un banco que pueda financiar el proyecto a gran escala.

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