Metrópoli

Tapetes de aserrín dan la bienvenida a los que vienen del inframundo

- Eduardo comenzó a hacer tapetes como una ofrenda a quienes perdieron la batalla contra el COVID

Monny te amo
Tapete de aserrín pintado de colores. Tapete de aserrín pintado de colores. (La Crónica de Hoy)

Los primeros días de noviembre se llenan de ofrendas, flores de cempasúchil, veladoras, pan de muerto, catrinas… y tapetes de aserrín.

No son muy populares en la ciudad, ya que son originarios de pueblos indígenas en el estado de Oaxaca, pero son un reflejo del sentir popular que hay fiesta o celebración.

Eduardo López, originario del municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de México, comenzó este negocio por hacer tapetes; inició el año pasado por falta de empleo, él se dedicaba a la pirotecnia antes de la pandemia, pero cerraron las ferias y el trabajo se acabó.

“Cuando empezó el Covid-19 se me ocurrió esta idea ya que en la ciudad era algo nuevo, pero lo quise hacer por los difuntos que fallecían por la enfermedad y pensé que era una gran idea para ofrendarlos con respeto y cariño como se lo merecen”, señaló Lalo.

Para crear los tapetes se necesita aserrín, colorantes artificiales y moldes; él hace todo desde cero, corta el aserrín, lo seca y lo pinta, hace sus propios moldes, la mayoría de las figuras son hechas a mano.

Un tapete sencillo de 1.20 x 1.20 centímetros tarda aproximadamente 2 horas y uno de 3 x 3 metros detallado son 9 horas, los costos van desde los $400 hasta los $4.000 mil, dependiendo el tipo de trabajo y la dificultad que tenga.

Su hija Fátima de 9 años es quien le ayuda a hacer los tapetes, va aprendiendo a realizar el mismo trabajo como se lo enseñó su papá, ha creado sus propios tapetes y es algo que le gusta muchísimo; quiere llegar a emprender ese negocio, cuando esté más grande.

El tapete más grande que realizó fue del Divino Salvador en Tequesquinahuac en el municipio de Tlalnepantla de Baz; fue con un acabado vitral y tardó 9 horas en terminarlo, ya que era demasiado grande y le tomó mucho tiempo detallarlo.

“Me contactaron para hacer un tapete, al principio no sabía para quien era, cuando llegue al lugar me comentaron que haría el altar de una moto, me costó mucho trabajo y un poco de nostalgia, ya que era para uno de los accidentados en la carretera México Cuernavaca que pasó el 15 de agosto”, dijo Lalo López. 

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