La vida en la calle: manosean policías a mujer menor de edad
La madrugada del domingo un par de policías sorprendieron a Larissa, joven menor de edad en situación de calle, tomando una cerveza. La subieron a la patrulla y la llevan a calle solitaria
Ropa de Larissa que encontró al día siguiente del ataque
Larissa huyó de su hogar porque su padrastro abusaba de ella, vive en situación de calle desde febrero del 2021 y ha sido víctima de violencia en muchas ocasiones; la madrugada del domingo fue el episodio de agresión más reciente que sufrió.
Un par de policías sorprendieron a Larissa bebiendo una lata de cerveza en la banqueta de la calle Norte 54-A, en la colonia Torres de San Agustín en la Gustavo A. Madero.
Los hombres se acercaron a ella y le indicaron que le harían una "revisión de rutina", la joven de 17 años les hizo saber que sólo se dejaría revisar por una policía mujer, pero la ignoraron. "Mientras hacían su revisión me decían que no tenían compañeras mujeres en la zona y me manoseaban, les quite las manos de mi pecho y me dijeron que si no me dejaba me iban a remitir", cuenta Larissa.
"Tenemos que meterte mano por todos lados porque las que son como tú son mañosas y se esconden el vicio en todas partes", le dijo uno de los elementos.
En la mochila que llevaba Larissa, los policías encontraron latas de cerveza y refresco aplastadas que la mujer juntó para vender, así como un poco de ropa. Los uniformados le indicaron que las latas que traía en la mochila y la que se estaba tomando eran razones suficientes para remitirla y la subieron a la patrulla.
"Me dijeron que iban a llevarme al torito para que ahí confirmaran que tan alcoholizada estaba", explica Larissa.
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"Ni ellos sabían a dónde íbamos, se preguntaban: ¿hacia dónde jalamos?, hasta que se detuvieron en una calle bien sola y oscura, se bajaron y me abrieron la puerta, ya estábamos todos fuera de la patrulla, me dijeron que me la iban a pasar pero que ya no me querían ver tomando", cuenta la menor y asegura que; "cuando volteo para agarrar mi mochila que seguía dentro de la patrulla, sentí una nalgada y ambos se empezaron a reír, me apure para irme, pero me pegaron en la cara, después me acorralaron y me tocaron toda".
Larissa huyó sin sus mudas de ropa y sus latas. Al día siguiente, la menor encontró su ropa tirada entre un tráiler estacionado y la acera de la calle Norte 70-A.
"Lo único que quería era irme, tuve miedo y asco, ahora lo único que tengo es coraje al ver que para ellos fue bien fácil votar mis cosas, para mí era todo lo que tenía", expresó Larissa al encontrar sus pertenencias bajo la acera.
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La joven asegura que los cuerpos de seguridad se aprovecharon de que no tiene a nadie que vea por ella y que no es la primera vez que pasa por una situación similar; “Se me nota a leguas que vivo en la calle, ellos saben que nadie iba a buscarme o responder por mí, entonces soy un blanco fácil… en ocasiones anteriores trato de defenderme de los borrachos que quieren abusar de mí, de los vagabundos o cualquier hombre que me diga algo, pero ya me cansé…”.