Al menos 95 muertos y decenas de desaparecidos en la peor tormenta del siglo en España

El peor temporal de lluvia del siglo, que el martes azotó con furia las regiones de Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha y hoy se trasladó a Andalucía (sur), ha dejado ya 95 muertos y decenas de desaparecidos, así como paisajes catastróficos, lo que llevó al gobierno de Pedro Sánchez a declarar la zona catastrófica y declarar tres días de luto.

La situación es aún de emergencia en las zonas hacia donde avanza el temporal, por lo que las autoridades pidieron a los ciudadanos no salir de sus casas y no utilizar las carreteras, muchas de las cuales están cortadas y anegadas, según un primer balance que hizo el comité de crisis activado en La Moncloa (sede de la Presidencia).

Decenas de personas han pasado la noche en Valencia en lo alto de camiones o coches, subidos a los techos de tiendas o gasolineras, o atrapados en sus vehículos en carreteras atascadas hasta que han sido rescatadas. Las lluvias han provocado apagones que afectan a 140 mil personas, cortes de carreteras y la suspensión del servicio ferroviario de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana y el corredor mediterráneo hacia Barcelona.

Para encontrar un desastre meteorológico en España habría que trasladarse a la noche del 25 al 26 de septiembre de 1962 en Cataluña, cuando una gota fría provocó lluvias torrenciales de más de 200 litros por metro cuadrado en tres horas, que causaron un millar de víctimas mortales.

La tromba de agua caída el martes dejó en algunos puntos hasta 515 litros por metro cuadrado, lo que ha causado alarma entre los expertos por la intensidad de la tormenta.

“Espantado por la crisis climática”

La comunidad internacional reaccionó con horror y solidaridad ante las “gravísimas inundaciones” en España, como dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ofreció la ayuda del país vecino para paliar la catástrofe.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, país que sufrió hace unos meses las peores inundaciones de su historia en el sur, expresó este miércoles su “espanto” por el intenso temporal en España y pidió “más unidad” internacional para enfrentar “los efectos devastadores de la crisis climática”.

“Las imágenes de las lluvias en España causan espanto y nos unen en solidaridad con los españoles”, afirmó el mandatario progresista en un mensaje compartido en sus redes sociales.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, anfitrión de la Cumbre Mundial del Clima en Cali, achacó este martes al “colapso climático” las inundaciones en España y confirmó que hay al menos dos inmigrantes colombianos muertos.

“El colapso climático en España. Esto pasa por no detener la economía fósil. Sabemos que el consumo de petróleo, carbón y gas pueden exterminar la vida en el corto plazo, pero no le importa a los poderes del mundo, hasta que la humanidad reaccione”, expresó el mandatario en un mensaje publicado en la red social X.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la catástrofe en España por lluvias torrenciales en apenas unas horas es consecuencia del calentamiento global.

“Se espera que el cambio climático haga que estos fenómenos sean más intensos debido a que aumentan tanto las temperaturas del agua marina como la humedad de la atmósfera”, explicó el jefe de Monitorización Climática de la OMM, Omar Baddour.

En el caso concreto de lo ocurrido en España, como la riada que arrasó con una ciudad en Libia hace dos años, dejando más de 12 mil muertos, es consecuencia del rápido calentamiento de las aguas del mar Mediterráneo.

El otoño es la época donde estos fenómenos potencialmente catastróficos son habituales, ya que la superficie aún mantiene temperaturas de la temporada cálida que conviven con invasiones repentinas de frío en altura desde las regiones polares.

“Ello genera lo que los meteorólogos denominan ‘sistema de corte’ con valores de baja presión que persisten durante varios días y rotan sobre la región en cuestión”, agregó Baddour, quien subrayó que las condiciones de lluvia extremas también se han observado recientemente en regiones vecinas como en el sureste de Francia.