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El escenario político estadounidense hierve como una caldera en los diarios, los noticieros y por supuesto en las redes sociales. Donald Trump satura el ciberespacio con sus insultos y majaderías. Aturde, pero a la vez eso le reditúa.
Kamala Harris se guía por una luz más conciliadora e institucional. Cuida las formas y crece como líder entre segmentos específicos.
Ambos han hecho de X, Facebook, Instagram y TikTok (las cuatro principales redes) espacios cruciales para sus propósitos electorales. No podía ser de otra forma.
Trump, con la ventaja de su paso por la presidencia, mantiene una presencia consolidada en redes tradicionales. Mientras que Harris se hace grande en plataformas más dinámicas donde predomina una audiencia joven ¿Cómo puede esto influir en las elecciones del 5 de noviembre?
Crecimiento y conexión
Harris ha mostrado un crecimiento constante, especialmente en TikTok e Instagram, que son plataformas populares entre la Generación Z y jóvenes adultos.
Por ejemplo, en TikTok pasó de 5.1 millones de seguidores (11 de septiembre) a 6.4 millones (30 de octubre), lo que sugiere que está logrando conectar con audiencias más jóvenes.
Trump lidera en las cuatro plataformas, y también ha experimentado crecimiento, aunque en menor proporción en Instagram y TikTok. Mantiene una base sólida pero su capacidad de atraer nuevos seguidores es más lenta, especialmente en los espacios digitales preferidos por jóvenes.
En términos de cifras, Trump resulta avasallador en X, con más de 92 millones de seguidores al 30 de octubre, en comparación con los 21.2 millones de Harris. X es un espacio donde se discute activamente política y eso beneficia a Trump que no sólo martilla con su estilo polémico, sino que goza de visibilidad prioritaria en la plataforma merced sobre todo al apoyo manifiesto de Elon Musk.
En Facebook Trump también lidera, con más de 35 millones de seguidores; mientras que Harris apenas alcanza los 5.5 millones. Y esto se explica porque esta plataforma atrae principalmente a adultos mayores de 30 años, siendo especialmente popular entre usuarios de 30 a 49 años y también entre personas de 50 a 64 años. Trump se mantiene fuerte en sectores conservadores que prefieren plataformas tradicionales.
La diferencia entre ambos candidatos es menos marcada en Instagram, en la que Trump tiene 26.9 millones, mientras que Harris ha crecido a 18.7 millones, lo que sugiere que ella está logrando consolidar su presencia entre audiencias más jóvenes y progresistas.
Resulta interesante que los dos candidatos muestren crecimiento en TikTok. Trump pasó de 10.9 millones el 11 de septiembre a 12.6 millones el 30 de octubre. Mientras que Harris creció de 5.1 millones a 6.4 millones en el mismo periodo.
Este crecimiento refleja que, a pesar de las diferencias generacionales, ambos han encontrado formas de conectar con usuarios jóvenes.
Trump lidera, pero…
Aunque las cifras le favorezcan, esto no puede interpretarse como que es Trump quien ejerce mayor influencia a través de las redes sociales. El candidato republicano ya fue presidente de EU y eso le otorga una ventaja significativa en términos de seguidores.
Como expresidente ha estado en el foco mediático desde 2016 y sigue siendo un personaje polarizador. Su perfil público no solo le garantiza seguidores fieles, sino también la atención de detractores y curiosos que buscan seguir sus declaraciones, especialmente en X. Esta notoriedad constante amplía su base de seguidores de forma orgánica, algo que Harris, como figura política más reciente en la escena nacional, aún no ha consolidado completamente.
Durante su presidencia, Trump usó las redes sociales como una herramienta central de comunicación, especialmente X, que fue su plataforma favorita para lanzar anuncios y criticar adversarios.
Trump genera contenido polémico que tiende a volverse viral, lo que atrae tanto a seguidores como a críticos. Y eso se refleja en números; es decir, a Trump le siguen muchos que no votarán por él.
Por su parte, Harris adopta un enfoque menos confrontador y más cuidadoso, alineado con su rol y estilo político, lo que podría no atraer al mismo nivel de audiencia masiva.
Haber sido el jefe en la Casa Blanca le ha dado a Trump una base establecida que Harris todavía está desarrollando.
En términos generales, el impacto de Trump sigue siendo más fuerte en plataformas tradicionales como Facebook y X, con una base consolidada entre adultos mayores y conservadores.
Sin embargo, Harris está logrando un crecimiento estratégico en las redes más nuevas, lo que sugiere que su enfoque está orientado a conectar con audiencias emergentes que podrían ser determinantes en las próximas elecciones.
Esta diferencia refleja no solo sus estrategias digitales, sino también el perfil de las generaciones que cada uno ha logrado atraer.
