La conspiración incluía no solo al presidente electo sino también a disidentes del régimen iraní en EU, un patrón de intimidación que busca silenciar voces críticas. — Las autoridades estadounidenses revelaron la desarticulación de un complot iraní para asesinar al presidente electo Donald Trump, en un caso que involucra a tres sospechosos vinculados con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés).
La Fiscalía de EU presentó cargos este 8 de noviembre contra Carlisle Rivera, Jonathon Loadholt y Farhad Shakeri, señalados como parte de una red de asesinatos dirigida por el IRGC, una organización clasificada como terrorista por el gobierno de EU.
Según el fiscal general Merrick Garland, “la red de asesinos iraníes fue encargada por el régimen iraní para ejecutar ataques contra sus objetivos, incluyendo al presidente electo Donald Trump”.
Complot postergado por elecciones
La investigación, con datos revelados en un tribunal de Nueva York, muestra que el complot estuvo en pausa debido a las elecciones presidenciales. Según documentos judiciales, un funcionario iraní instruyó a Shakeri para organizar un equipo que llevara a cabo el asesinato de Trump, pero el plan se pospuso con la esperanza de que una derrota electoral facilitara el ataque.
A través de esta red, Shakeri intentó reclutar a varios cómplices, ofreciendo hasta $100,000 para localizar y eliminar a Trump y otras figuras de origen estadounidense e israelí.
La trama fue desmantelada justo después de la victoria electoral de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris, reflejando, según el Departamento de Justicia, los esfuerzos continuos de Irán por atacar en territorio estadounidense a funcionarios y críticos del régimen de Teherán.
Red de ataques contra críticos y disidentes
La conspiración incluía no solo al presidente electo sino también a disidentes del régimen iraní en EU, un patrón de intimidación que busca silenciar voces críticas. Garland informó que se presentaron cargos adicionales contra Rivera y Loadholt, quienes habrían sido contratados como parte de esta red para silenciar a un periodista crítico del régimen.
La declaración del FBI, encabezada por Christopher Wray, subraya que la IRGC está utilizando redes de criminales y sicarios para atacar a estadounidenses, incluyendo a disidentes, en suelo estadounidense.
Wray señaló que estas acciones son una respuesta a la muerte de Qasem Soleimani, excomandante de la IRGC, abatido por un dron estadounidense en 2020. “No se tolerará que la IRGC atente contra ciudadanos estadounidenses en nuestro territorio”, enfatizó Wray en su declaración (con información de The Epoch Times).