El gobierno de Irán rechazó las acusaciones de EU sobre un supuesto plan orquestado por la Guardia Revolucionaria iraní para asesinar al presidente electo Donald Trump antes de las elecciones.
Abás Araqchí, ministro de Exteriores iraní, calificó la acusación como “una comedia de tercera categoría”, insinuando que se trata de un montaje. “¿Quién en su sano juicio puede creer que un supuesto asesino se sienta en Irán y habla en línea con el FBI?”, cuestionó Araqchí en su cuenta de X.
El ministro iraní denunció que esta acusación es un “escenario fabricado” por quienes están detrás de otros actos de violencia en la región, aludiendo al asesinato del líder del grupo palestino Hamás, Ismail Haniyeh, en julio pasado en Teherán. Sin mencionar directamente a Israel, Araqchí insinuó que el Estado judío estaría involucrado en ese atentado.
El viernes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que un hombre vinculado a la Guardia Revolucionaria iraní, identificado como Farhad Shakeri, habría liderado una red de criminales para orquestar el asesinato de Trump.
Shakeri, descrito en la demanda como un afgano residente en Teherán y ex recluso en Nueva York, supuestamente aceptó dirigir el plan, aunque luego expresó dudas sobre la viabilidad de ejecutarlo en el plazo propuesto por sus superiores.
Según las autoridades estadounidenses, Shakeri mantuvo una conversación telefónica con el FBI en la que admitió haber recibido instrucciones para llevar a cabo el asesinato de Trump. Sin embargo, alegó que no planeaba actuar en el marco de tiempo indicado, lo que generó cuestionamientos sobre la veracidad de su relato y su supuesta participación en el complot.
Irán niega vínculos
Ismail Baghaei, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, también rechazó la acusación, calificándola de “completamente infundada”. Baghaei añadió que este tipo de denuncias forma parte de una campaña para desacreditar a Irán en la arena internacional.
Sin embargo, en septiembre, la campaña de Trump reveló que funcionarios de inteligencia estadounidenses habían advertido al entonces candidato sobre amenazas concretas de Irán en su contra.
Las tensiones entre ambos países se han intensificado desde el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en 2020, un hecho por el que Irán ha prometido vengarse en reiteradas ocasiones.