A dos meses de que entregue el poder a Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de cruzar la línea roja que marcó en su día el presidente ruso, Vladímir Putin, con la autorización para que el Ejército ucraniano pueda usar misiles estadounidenses de largo alcance para atacar Rusia.
Según los diarios The New York Times y The Washington Post y la agencia Reuters, que citan “fuentes familiarizadas con el asunto”, la decisión de Biden llega a sabiendas de que la reacción rusa puede ser brutal y de impredecibles consecuencias para la seguridad mundial, como en su día advirtió el presidente ruso, Vladímir Putin.
Estas mismas fuentes señalan que Ucrania planea llevar a cabo su primer ataque de larga distancia en el interior de Rusia en los próximos días. Utilizaría para ello los sistemas de misiles ATACMS (con un alcance de 306 kilómetros por hora) que Estados Unidos comenzó a proporcionar este año, con la condición de que no se usará contra territorio ruso, sino para repeler la invasión rusa en territorio ucraniano.
El presidente de #EU, @JoeBiden, aprobó el uso de misiles estadounidenses de largo alcance por parte de #Ucrania para atacar objetivos en #Rusia. pic.twitter.com/wPCYRsujBj
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) November 17, 2024
Ataque masivo ruso esta madrugada
El cambio de postura de Biden coincide con el masivo ataque ruso de esta madrugada para dañar el sistema energético del país, justo cuando comienza la temporada invernal, con el objetivo de agudizar el sufrimiento de la población ucraniana, y dos semanas después de que ganara las elecciones Donald Trump, quien se expresa en términos elogiosos del autócrata Putin, y asegura que pondrá fin a la guerra “en cuestión de un día”, presionando a Kiev para que acepte los hechos consumados, como la anexión de un tercio del territorio ucraniano.
La Casa Blanca se negó a hacer comentarios al respecto, pero no negó taxativamente el anuncio filtrado por la prensa, que podría cambiar el rumbo de la guerra que ordenó Putin el 24 de febrero de 2022.
Tampoco está claro si Trump revertirá la decisión de Biden cuando asuma el cargo, el 20 de enero.