El triunfo de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre —gracias al apoyo del votante musulmán en estados clave como Michigan, donde reside la mayor comunidad—, así como su decisión de nombrar a un equipo de “halcones” proisraelíes partidarios de la mano dura, ha animado al gobierno de Benjamín Netanyahu a intensificar sus ataques en Líbano y a proseguir su proceso de destrucción de la Franja de Gaza y su “limpieza étnica” de palestinos.
Este fin de semana, Israel emprendió una nueva fase en la incursión en Líbano, ampliando sus ataques contra Hezbolá en todo el país, y bombardeando Beirut, por primera vez, varias veces el mismo día.
Nuevo golpe a la dirigencia de Hezbolá
Uno de esos ataques mató este domingo a Mohamed Afif, el responsable de medios de Hezbolá, según han reconocido el grupo y el Ejército israelí poco antes de la medianoche. Era la voz del partido-milicia en las ruedas de prensa (ya abandonó una de forma acelerada el mes pasado por temor a ser asesinado por Israel) y quien lideraba los tours a periodistas, sobre todo desde el inicio de la guerra.
Ejerció de asesor de Hasan Nasralá, el líder de Hezbolá durante tres décadas, asesinado por Israel el pasado septiembre, y dirigió Al Manar, el canal de televisión del partido-milicia chií. Las Fuerzas Armadas de Israel lo llaman en su comunicado “jefe propagandista” y lo acusan de “involucración directa en la actividad terrorista de Hezbolá”.
Las autoridades militares israelíes no emitieron un aviso previo a la población para evacuar, como suelen hacer cuando lanzan uno de sus denominados asesinatos selectivos. También es inusual otro hecho: iba dirigido contra un cargo civil. La mayoría de dirigentes que ha matado Israel pertenecen a la rama armada.
36 militares libaneses muertos
Uno de los bombardeos israelíes acabó este domingo con la vida de dos soldados del ejército libanés, que se esfuerza en permanecer al margen del conflicto (ni puede, ni quiere implicarse), pero ha perdido ya a 36 militares por fuego israelí, según informó el primer ministro del país, Najib Mikati.
Los uniformados estaban en un puesto de control cuando les alcanzó el proyectil, hiriendo también a dos de sus compañeros.
“Limpieza étnica”
Mientras, en el norte de Gaza, la dinámica consiste en la destrucción total de la Franja, acompañada de un cerco, del uso del hambre como arma de guerra y de bombardeos que causan matanzas que han dejado de ser la excepción en 13 meses de guerra. La última, en la madrugada de este domingo.
Este domingo, un misil acabó con la vida de 72 palestinos, la mayoría mujeres y niños, al impactar en un edificio residencial en Beit Lahiya, dejando imágenes de gente sacando cadáveres de entre los escombros.
Como es costumbre, el Ejército israelí se limitó a decir que era un “objetivo terrorista”, mientras la comunidad internacional permanece impasible y las autoridades israelíes esperan ansiosamente la llegada del nuevo gobierno de Trump para culminar su misión de completar la “limpieza étnica” de la Franja y las anexión total de los territorios ocupados.