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Los otros 19 países miembros se unieron a la iniciativa de Lula, anfitrión de la cumbre de Río, dejando en evidencia el radicalismo de Milei

Argentina se adhiere de última hora a la Alianza Global contra el Hambre lanzada por el G20

G20 El presidente de Argentina, Javier Milei, participa durante la apertura de la Cumbre de jefes de Estado del G20 que comenzó este lunes en Río de Janeiro (Antonio Lacerda/EFE)

El radicalismo del presidente argentino, Javier Milei, un entusiasta de los recortes a las ayudas sociales de cualquier tipo, quedó en evidencia el primer día de la Cumbre del G-20 en Río de Janeiro, cuando fue el único líder que no se adhirió a la iniciativa del anfitrión, el presidente brasileño Lula da Silva, para combarir la lacra del hambre a nivel global.

Tras el escándalo instantáneo, Milei reculó y Argentina se sumó a última hora a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.

Argentina era el único de los miembros del G20 que no aparecía en la lista de los miembros fundadores de la iniciativa divulgada por la presidencia del G20, pero el Gobierno del presidente Javier Milei anunció su adhesión poco después de iniciada la cumbre de las mayores economías mundiales, según un comunicado del Gobierno brasileño.

Con la decisión de Argentina, la Alianza nace con 148 miembros fundadores, incluyendo 82 países, la Unión Europea, la Unión Africana, 24 organizaciones internacionales, 9 instituciones financieras multilaterales, incluyendo el Banco Mundial, y 31 organizaciones filantrópicas, entre los cuales las fundaciones Rockefeller y Bill & Melinda Gates.

La Alianza nace igualmente con compromisos ya asumidos por unos 70 países y organizaciones internacionales para impulsar cerca de 40 proyectos específicos que prevén beneficiar con transferencias de renta a unas 500 millones de personas y con alimentación en las escuelas a unos 150 millones de niños.

La no aparición de Argentina en la lista inicial fue interpretada inicialmente como otro de los vetos de Milei a la agenda de desarrollo sostenible, que busca poner fin al hambre, empoderar a las mujeres y frenar el cambio climático, entre otros objetivos.

El Gobierno brasileño admitió el domingo que algunos países del G20 estaban objetando asuntos que ya habían sido acordados a nivel ministerial sobre temas como cambios climáticos, agenda de desarrollo sostenible e impuesto a los superricos, que pasaron a ser discutidos a nivel presidencial.

“Ahora que llegó el momento de que todos los esfuerzos hechos hasta ahora (en declaraciones ministeriales) sean incluidos en la declaración de los líderes, tenemos algunos objetando asuntos vinculados a la agenda del clima, a la agenda de financiación y, especialmente, al impuesto a los superricos”, afirmó la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva.

Pese a que no mencionó los países que se resisten a tales acuerdos, la reconocida líder ecologista citó las informaciones de prensa que señalan a Argentina como el que más ha dificultado los acuerdos ante un endurecimiento de la posición de Milei (con información de EFE).

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