Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, anunció este viernes su intención de donar personalmente $1 millón al fondo inaugural del presidente electo Donald Trump, uniéndose a gigantes como Meta y Amazon, que también han comprometido la misma cantidad.
La movida refuerza los esfuerzos de la industria tecnológica por establecer una relación cordial con Trump, a pesar de las tensiones del pasado.
Amazon, además de su contribución, transmitirá la ceremonia de toma de posesión en su plataforma Prime Video, según reportó The Wall Street Journal.
Por su parte, Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, quien anteriormente prohibió a Trump en Facebook tras el asalto al Capitolio en 2021, sostuvo una cena con el expresidente en noviembre en Mar-a-Lago, mostrando un cambio significativo en su postura.
Prioridades estratégicas
Elon Musk, quien destinó más de $250 millones para apoyar la campaña de reelección de Trump, se ha convertido en un asesor clave de su Administración. Musk busca reducir drásticamente las regulaciones gubernamentales, una política aplaudida por muchos en Silicon Valley.
Sin embargo, existen dudas sobre si sus esfuerzos beneficiarán a la industria tecnológica en su conjunto o si favorecerán principalmente a las seis empresas que dirige.
Mientras tanto, otras figuras como Sundar Pichai, de Google, y Marc Benioff, de Salesforce, han manifestado interés en colaborar con Trump. Benioff, cuyo medio TIME nombró a Trump “Persona del Año 2024”, declaró que busca “dar vuelta a la página” en su relación con el mandatario.
Objetivos futuros
Durante el primer mandato de Trump, las tensiones con la industria tecnológica fueron evidentes, con críticas constantes al Washington Post (propiedad de Jeff Bezos) y conflictos por contratos gubernamentales.
Sin embargo, la dinámica cambió durante la campaña de 2024, con Bezos evitando que el Post respaldara a Kamala Harris, en un aparente intento por ganar el favor de Trump.
Margaret O’Mara, historiadora de Silicon Valley, subrayó que el objetivo principal de estas compañías es evitar regulaciones y proteger su expansión. “La industria quiere volver a autorregularse, como lo hizo durante su crecimiento exponencial. Eso beneficia tanto a las empresas como a sus accionistas”, explicó.
Poder, influencia y el futuro de la tecnología
Con la administración de Trump a punto de comenzar, los líderes tecnológicos buscan asegurar que las políticas federales no obstaculicen el crecimiento de sectores clave como la inteligencia artificial y las criptomonedas. “Estamos entrando en una nueva era de innovación, y es esencial que América lidere este camino”, dijo Altman en un comunicado.
El respaldo de Silicon Valley a Trump no solo representa un movimiento estratégico, sino también un reflejo de la importancia de mantener abiertas las puertas al poder político para garantizar el dominio y la expansión de la tecnología en un mercado global cada vez más competitivo.