El presidente electo Donald Trump pidió al gobernador de Florida, Ron DeSantis, que designe a su nuera, Lara Trump, como la próxima senadora del estado. La vacante se abriría tras la nominación del actual senador Marco Rubio como secretario de Estado. Lara Trump, quien esta semana renunció como copresidenta del Comité Nacional Republicano, expresó públicamente su interés en el puesto.
“Es algo que consideraría seriamente”, declaró a la prensa, consolidando su postura como una fuerte candidata.
Trump-DeSantis en nueva encrucijada
La petición de Trump coloca a DeSantis en una posición incómoda, dada la tensa relación entre ambos tras la dura campaña primaria republicana. Aunque DeSantis valora la opinión del presidente electo, fuentes cercanas a su círculo indican que podría optar por figuras con experiencia política en Florida, como Ashley Moody, actual fiscal general, o el exlíder legislativo José Oliva.
“El gobernador tiene una elección: complacer al presidente electo o buscar un camino propio”, señaló Randy Fine, legislador estatal y aliado de Trump.
DeSantis, quien aspira a un cargo en la administración de Trump, posiblemente como secretario de Defensa, podría usar esta decisión para mejorar su relación con el presidente electo. Sin embargo, algunos de sus aliados consideran que su futuro político podría estar mejor asegurado con un enfoque independiente.
El respaldo a Lara Trump
La candidatura de Lara Trump ha ganado apoyo entre figuras republicanas clave. La congresista Anna Paulina Luna y el senador Rick Scott han respaldado públicamente su nominación, destacando su capacidad para representar a Florida en el Senado. Senadores de otros estados, como Katie Boyd Britt de Alabama, también se han sumado al coro de apoyo, describiéndola como “una opción tremenda”.
A pesar de no haber ocupado un cargo público antes, Lara Trump, originaria de Carolina del Norte, tiene experiencia en la política nacional gracias a su papel en el Comité Nacional Republicano y su cercanía con la familia Trump. En el pasado, descartó postularse para el Senado por su estado natal debido a sus responsabilidades familiares, pero ahora parece lista para dar el salto a la arena política.
Para DeSantis, la decisión no solo impactará su relación con Trump, sino también su futuro político. Aunque se especula que podría postularse nuevamente para la presidencia en 2028, sus aliados ven en el Departamento de Defensa una oportunidad estratégica para mantenerse relevante a nivel nacional y preparar un posible regreso político.
Por otro lado, figuras republicanas han señalado que el tiempo de DeSantis para alcanzar la presidencia pasó con su fallida campaña de 2024, y que JD Vance podría ser el próximo favorito del partido para 2028. “Los políticos tienen una vida útil corta para competir por la presidencia”, comentó un importante recaudador de fondos republicano.
DeSantis tiene hasta enero para anunciar a su elegido para reemplazar a Rubio. Mientras tanto, Trump, DeSantis y otros actores clave del Partido Republicano asistirán al juego del Ejército contra la Marina este fin de semana, evento que podría ser escenario de conversaciones informales que definan el rumbo político inmediato de Florida.