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Partidos populistas erosionan el apoyo a Ucrania y desafían las sanciones de la UE

Putin encuentra cada vez más aliados en la ultraderecha europea

Aliados El presidente ruso Vladimir Putin estrecha la mano del primer ministro eslovaco, Robert Fico durante su reunión en el Kremlin, en Moscú. (GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN/EFE)

La visita reciente del primer ministro eslovaco, Robert Fico, al autócrata ruso Vladímir Putin en Moscú generó inquietud en la Unión Europea (UE). Este encuentro ocurre tras un conflicto con Kiev por la interrupción del tránsito de gas ruso hacia Eslovaquia.

A esta reunión se suma la constante cercanía del húngaro Viktor Orbán al Kremlin y el auge del ultraderechista rumano Calin Georgescu, quien lideró las elecciones presidenciales en su país hasta que fueron anuladas por el Tribunal Constitucional.

La postura de Fico, quien ha declarado que Putin ha sido “demonizado erróneamente” por Occidente, se une a la de Orbán, consolidando dos aliados visibles de Putin en el Consejo Europeo. Ambos mandatarios, provenientes de países miembros de la OTAN, desafían la unión del bloque europeo que hasta ahora ha mantenido 15 paquetes de sanciones contra el Kremlin.

El temor en la UE crece ante la posibilidad de que estas posturas se fortalezcan con la posible llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien ha mostrado afinidad hacia Putin y ha prometido negociar un fin temprano a la guerra en Ucrania.

Avance de partidos populistas

El Kremlin también cuenta con el respaldo de partidos populistas y ultraderechistas que ganan terreno en Europa. En Alemania, Alternativa para Alemania (AfD) reclama el fin de la ayuda europea a Ucrania, culpando también a la OTAN de la invasión rusa.

Esta formación, con 14 eurodiputados, ha votado en contra de varias resoluciones de condena al Kremlin y apoyo a Kiev. Paralelamente, la izquierda-populista liderada por Sahra Wagenknecht también ha criticado el apoyo a Ucrania, mostrando la polarización en el país.

En Francia, Marine Le Pen, quien obtuvo un crédito millonario de un banco ruso en 2004, ha tratado de alejarse de su afinidad con Putin para no dañar su posición política. Sin embargo, su partido sigue cosechando grandes apoyos.

Austria también es un foco de atención con el Partido de la Libertad (FPÖ) de Herbert Kickl, que ha prometido terminar con la ayuda a Ucrania y vetar sanciones contra Rusia.

Instrumentalización de la guerra

El atractivo ideológico de Putin para la ultraderecha europea radica en su discurso conservador sobre temas como la familia tradicional, la migración y la oposición a los derechos LGTBIQ+.

En Bulgaria, partidos como Mech (Moralidad, Unidad, Honor) y Velichie (Grandeza) promueven la neutralidad frente a la guerra en Ucrania, reflejando el alcance del relato ruso.

Mientras tanto, la izquierda también muestra ciertos lazos con el Kremlin, especialmente a través de partidos anti-OTAN en Grecia que han votado contra resoluciones de condena a Rusia.

Gwendolyn Sasse, del Instituto Carnegie, advierte que la insatisfacción social y el atractivo de la paz como estabilidad están debilitando el apoyo colectivo de Occidente a Ucrania.

La próxima meta de Rusia son las elecciones en Alemania, Polonia y la República Checa en 2025, donde buscará ampliar su influencia (con información de El País).

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