Varias universidades en Estados Unidos han recomendado a sus estudiantes internacionales acortar sus vacaciones y regresar antes del 20 de enero, fecha en que Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia.
La advertencia surge ante el temor de que el presidente electo reactive restricciones migratorias similares a las de su primer mandato, que complicaron el regreso de estudiantes al país.
Actualmente, más de 1,1 millones de estudiantes internacionales cursan estudios en universidades estadounidenses, y medidas como estas podrían impactar severamente sus planes académicos.
Universidades toman medidas
Instituciones como la Universidad de Cornell han pedido a los estudiantes regresar antes del 21 de enero o consultar con asesores sobre posibles demoras. En la Universidad del Sur de California (USC), administradores instaron a los estudiantes a volver antes del 13 de enero, advirtiendo que podrían emitirse órdenes ejecutivas que afecten los viajes y el procesamiento de visas.
“Es probable que la prohibición incluya a países previamente afectados, como Irán, Libia, Corea del Norte, Siria y Yemen, entre otros. Además, podrían sumarse China e India”, advirtió Cornell.
Incertidumbre
La situación genera incertidumbre. “Es un momento aterrador para los estudiantes internacionales”, comentó Pramath Pratap Misra, graduado de la Universidad de Nueva York. Universidades como la NYU, que cuenta con más de 27 mil estudiantes internacionales, han intensificado las comunicaciones para mitigar el impacto de estas políticas.
A pesar de que Trump ha prometido otorgar tarjetas verdes a ciertos graduados de universidades estadounidenses, su propuesta se limitaría a los “más capacitados” y excluiría a grupos específicos, según su campaña.
Las instituciones académicas y los estudiantes enfrentan una mezcla de incertidumbre y preocupación mientras el país se prepara para el regreso de Trump a la Casa Blanca.