En tanto el congreso norteamericano cumplía con el trámite de determinar válida la victoria electoral de Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos se concentró en la sentencia que ronda sobre su cabeza desde el viernes pasado por pagos en el affaire Stormy Daniels, la actriz a la que muy probablemente el magnate pagó para que mintiera ante la justicia.
El caso, un presunto encuentro sexual, habría sido parte del anecdotario del magnate que será investido presidente el día 20 de enero, pero terminará en una sentencia judicial, diez días antes, debido a la intención electoral de que el hecho fuera ocultado.
Trump se metió en ese lío por un presunto pago que realizó a la actriz antes de las elecciones presidenciales de 2016 para que esta no revelara los detalles de un supuesto encuentro sexual entre ambos. En aquella ocasión Trump terminaría venciendo a Hillary Clinton (la esposa de otro mandatario célebre por sus enredos sexual-judiciales).
Los fiscales creen que el pago fue una intentona por “influir ilegalmente” en las elecciones en las que Trump acabó ganando. La sentencia no incluirá cárcel ni multa, ya que el juez Juan Merchan, a cargo del caso, declaró abiertamente que debe conciliar entre el procesamiento debido del expediente contra Trump y la necesidad de que el republicano gobierno sin trabas.
En cualquier caso, Trump será el primer mandatario que termina compareciendo en una audiencia en la que se le sentencia formalmente por delitos graves.
Los abogados de Trump intentan aún que el caso sea desechado directamente sin sentencia, argumentando que posee inmunidad presidencial. “El tribunal debe anular la audiencia de sentencia y suspender todos los plazos adicionales en el caso hasta que las apelaciones por la inmunidad del presidente Trump se resuelvan”, señalaron los juristas que defienden a Trump de este caso añejo.
El juez ordenó al acusado a que comparezca “en persona o virtualmente” el viernes en la mañana para escuchar la sentencia.
El republicano, que volverá a la Casa Blanca solo diez días después de la sentencia.