Mundo

Líderes de todo el mundo se posicionan en torno al dictador venezolano y al líder opositor, en vísperas del día D

¿Quién está con Maduro y quién con González… y dónde están Trump y Sheinbaum?

venezolanos-edmundo-2025
Protesta Venezolanos en Santo Domingo (R. Dominicana) se manifiestan este jueves en favor de Edmundo González para que sea declarado presidente este viernes. (Orlando Barría/EFE)

Apoyo incondicional a Nicolás Maduro

Están, como era de esperar, sus aliados y gobernantes que se aferran al poder que heredaron por tratarse de una dictadura o mediante elecciones-farsa y la represión de sus opositores y el pueblo: el ruso Vladímir Putin, el chino Xi Jinping, el norcoreano Kim Jong-un, el bielorruso Alexander Lukashenko, el iraní Alí Jasmenei, así como los líderes de las otras dos dictaduras izquierdistas latinoamericanas que se hacen llamar “revolucionarias” y “antiimperialistas”: el nicaragüense Daniel Ortega y el cubano Miguel Díaz-Canel.

También apoyan la contestada victoria de Maduro otros mandatarios cuyas victorias electorales fueron limpias o no fueron fuertemente cuestionadas por la oposición, como el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el boliviano Luis Arce y la hondureña Xiomara Castro.

Apoyo incondicional a Edmundo González Urrutia

La victoria electoral del ultraliberal Javier Milei en Argentina arrebató a Maduro dos aliados históricos: el tándem peronista-izquierdista Alberto Fernández-Cristina Fernández.

Junto a Milei —que mantiene una doble crisis con el régimen, por el arresto de un ciudadano argentino y el acoso a antichavistas refugiados en la embajada argentina en Caracas—, encabezan el frente antiMaduro en el Cono Sur, los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Pero si hay un apoyo a González Urrutia de gran relevancia en Sudamérica es el del presidente chileno Gabriel Boric, el único mandatario izquierdista latinoamericano que condena sin paliativos cualquier gobierno que viole los derechos humanos, independientemente de si es de izquierdas o de derechas, a diferencia de lo que ocurre con otros dirigentes de la región.

Boric retiró el martes a su embajador en Venezuela como muestra de apoyo a la oposición venezolana, con lo que se suma al grupo de presidentes latinoamericanos que han roto relaciones diplomáticas, como los presidentes de Costa Rica, Rodrigo Chaves; de República Dominicana, Luis Abinader; Nayib Bukele, de El Salvador; además de Milei y Peña.

Por su parte, el presidente de Guatemala, el izquierdista Bernardo Arévalo, también reconoce la victoria de González Urrutia y no ha restablecido las relaciones diplomáticas con la dictadura venezolana, que rompió en 2020 el entonces presidente conservador Alejandro Giammattei.

El último mandatario en reconocer la victoria de González y en declararlo “presidente electo” ha sido el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que lo hizo este mismo jueves, un día antes del Día D, el viernes 20 de enero, marcado como el día en que debe jurar el cargo por el cargo el presidente de Venezuela, con mandato hasta 2031.

Los únicos mandatarios fuertemente criticados por su represión contra la población y que reconocen la victoria de González son la peruana Dina Boluarte y el ecuatoriano Daniel Noboa.

Destaca también el apoyo incondicional de once exmandatarios izquierdistas latinoamericanos conservadores, que pretenden incluso viajar con González Urrutia el viernes para que tome posesión del cargo, pese a que sobre todos ellos pesa una orden de arresto por “terrorismo”.

Estos son: el colombiano Andrés Pastrana; los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox; el paraguayo Mario Abdo Benítez; la costarricense Laura Chinchilla; el boliviano Jorge Quiroga; los panameños Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares; los ecuatorianos Jorge Jamil Mauad y Guillermo Lasso, y el dominicano Hipólito Mejía.

Por último, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció a González Urrutia como presidente legítimo en agosto, un mes después de las elecciones en Venezuela, y en plena ola de protestas ciudadanas por la negativa del régimen a hacer públicas las actas electorales.

Apoyan a González, pero se resisten a reconocerlo como presidente legítimo

Los 27 países de la Unión Europea apoyan la causa de González y se niegan legitimidad a la victoria de Maduro y no reconocerán un nuevo sexenio, mientras no demuestre, con las actas electorales sobre la mesa, que ganó legítimamente.

Sin embargo, sus respectivos gobernantes tampoco han dado el paso de reconocer a González como el nuevo presidente de Venezuela, pese a que así lo han solicitado tanto el Parlamento Europeo como muchos de los parlamentos nacionales.

No reconocen la victoria de Maduro, pero tampoco apoyan a González

Los presidentes de los tres mayores países latinoamericanos —por primera vez gobernador por dirigentes izquierdistas o que se consideran como tal: el brasileño Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y la mexicana Claudia Sheinbaum— llevan meses pidiendo al gobierno venezolano que entregue las actas electorales, con la esperanza de que confirmen la victoria de su “amigo” Maduro, pese a que en el fondo saben que, si no lo ha hecho, es porque no ganó, como denuncia la oposición, los observadores de la OEA y la mayoría de gobiernos democráticos.

El único de los tres que ha admitido públicamente que no puede reconocer a Maduro porque las elecciones no fueron limpias fue Petro, como anunció el miércoles, por lo que pidió la celebración de nuevas elecciones “y que esta vez sean limpias”. Además, el antiguo guerrillero colombiano condenó la represión del régimen y exigió la liberación de su amigo, el excandidato presidencial Enrique Márquez. Pese a todo, Petro anunció que el embajador colombiano en Caracas asistirá a la ceremonia de investidura de Maduro.

Tampoco asistirán Lula y Sheinbaum, que enviarán representantes a la investidura de Maduro y se resisten a condenar con firmeza la represión del régimen chavista, como tampoco lo hacen con los miles de nicaragüenses y cubanos encarcelados por pedir democracia.

Pero el caso más inquietante y el más enigmático es el del futuro presidente de EU, Donald Trump, quien jura de nuevo como presidente el 20 de enero y desistió de reunirse con González Urrutia en gira de esta semana por varios países para recabar apoyo. A lo más que llegó el republicano, quien comparte con Maduro su vocación autoritaria, fue a que su asesor de Seguridad, Michael Waltz, dijera que el gobierno de Trump estará “atento” a lo que pase en Venezuela.

Veremos si cambian de opinión cuando el régimen se vengue de todos los que se manifestaron estos días contra un nuevo sexenio de terror de Maduro y se llenen Brasil y México con nuevas olas de inmigrantes venezolanos que intentarán, como sea, colarse en Estados Unidos.

Lo más relevante en México