Las autoridades surcoreanas lograron en su segundo intento consumar este miércoles (tiempo de Seúl) la detención del destituido presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, tras varias horas atrincherado en su vivienda de Seúl, rodeada de agentes de la policía.
El mandatario conservador (que se hacía llamar el Trump asiático) fue destituido por el Parlamento en diciembre, tras declarar ilegalmente la ley marcial en todo el país, como paso previo para subvertir el orden democrático mediante un golpe de Estado.
Yoon se entregó finalmente, luego de difundir en los medios y las redes un mensaje grabado en video previamente desde su residencia, en el que declaró que había decidido comparecer ante las autoridades para evitar un potencial “derramamiento de sangre”.
El exmandatario golpista dijo que considera que las diligencias abiertas en su contra son “ilegales e inválidas” y añadió: “El estado de derecho se ha derrumbado por completo en este país”, a la par que deseó que ningún ciudadano surcoreano “tenga que soportar jamás tales injusticias al tratar con casos penales en el futuro”.
Primer arresto de un presidente
Es la primera vez que un presidente surcoreano es arrestado estando en el cargo, aunque Yoon fue despojado de sus funciones en una moción aprobada por el Parlamento el pasado 14 de diciembre.
Poco antes de la detención, el equipo legal del mandatario había distribuido un comunicado señalando que Yoon había decidido comparecer voluntariamente ante los previsibles choques de su servicio de seguridad y las autoridades, y los informes de heridos entre los manifestantes congregados a las puertas de su residencia, a favor y en contra de su detención.
Yoon es investigado por la oficina anticorrupción, la Policía y el Ministerio de Defensa por un supuesto delito de insurrección ligado a su declaración de la ley marcial el mes pasado, el único al que no es inmune un presidente surcoreano.
La Policía, que desplegó a unos 3,000 efectivos para el dispositivo de hoy, acordonó la zona mientras emitía sucesivos mensajes por megafonía donde advertía a quienes impidieran la ejecución del arresto que podrían ser detenidos por obstrucción de la ley.
Unos 6,500 partidarios de Yoon se congregaron también en torno al recinto, mientras que una treintena de parlamentarios del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) se desplazaron a las afueras de la residencia presidencial para protestar contra la orden.
Yoon permanecía escondido en su residencia desde que la Asamblea Nacional lo destituyó a mediados de diciembre.
En paralelo a la investigación penal por la que fue arrestado, el Tribunal Constitucional abrió un procedimiento que determinará si la inhabilitación de Yoon es definitiva o si por el contrario es restituido en el cargo.