El magistrado Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, rechazó este jueves la solicitud de Jair Bolsonaro para viajar a EU con el propósito de asistir a la toma de posesión de Donald Trump.
El expresidente brasileño, investigado por varios delitos, permanece con su pasaporte retenido desde febrero de 2023, como parte de una investigación sobre una supuesta trama golpista vinculada a los disturbios del 8 de enero de ese mismo año.
El pasaporte de Bolsonaro fue confiscado el 8 de febrero de 2023, tras un operativo policial que también involucró a figuras cercanas al exmandatario. Este procedimiento se enmarcó en las indagaciones sobre un presunto plan para evitar la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil el 1 de enero de ese año.
La solicitud de Bolsonaro para viajar al exterior no es nueva; intentos anteriores fueron igualmente denegados. En esta ocasión, el argumento presentado fue su asistencia a la investidura de Trump, quien lo habría invitado junto a otros líderes de extrema derecha como Javier Milei, de Argentina, y Giorgia Meloni, de Italia.
Sin embargo, el juez De Moraes desestimó el pedido basándose en que el viaje no responde a intereses oficiales ni públicos, sino a cuestiones privadas.
Fundamentos del fallo judicial
El fallo de De Moraes se apoyó en la opinión de la Fiscalía General, que subrayó la falta de un estatus oficial para justificar la presencia de Bolsonaro en el acto. Según el magistrado, autorizar el viaje sería incompatible con el interés público y los fundamentos que motivaron la retención del pasaporte del expresidente.
Además, señaló el riesgo de que Bolsonaro utilice el viaje como una vía para evadir a la justicia brasileña.
Bolsonaro enfrenta varias imputaciones legales, siendo la más grave su presunta participación en una trama golpista y su posible responsabilidad en los ataques a las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023.
Ese día, miles de simpatizantes ultraderechistas irrumpieron violentamente en Brasilia con la intención de derrocar al gobierno de Lula.
El caso más crítico contra Bolsonaro está en manos de la Fiscalía General, que en las próximas semanas decidirá si presenta una denuncia formal ante la Corte Suprema. Esta acusación podría incluir a Bolsonaro y a otros 40 sospechosos relacionados con los intentos de socavar la democracia brasileña.