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Miles de manifestantes con intereses diversos como cambio climático, inmigración y derechos de las mujeres, marcharon hasta el Memorial de Lincoln

Marcha del Pueblo: Protestas contra Trump vuelven a Washington

La Marcha del Pueblo, antes conocida como la Marcha de las Mujeres, se realiza anualmente desde 2017. Este año, el evento reunió a aproximadamente 5,000 personas, lejos de las 50,000 que los organizadores esperaban. Los manifestantes comenzaron en tres parques y marcharon hasta el Memorial de Lincoln.

El movimiento, liderado por una coalición de grupos con intereses diversos como cambio climático, inmigración y derechos de las mujeres, busca confrontar lo que denominan “Trumpismo”. Según su sitio web, el objetivo es aprender de estrategias pasadas contra líderes autocráticos.

El origen de estas manifestaciones se remonta a 2017, cuando cientos de miles protestaron tras la victoria de Trump sobre Hillary Clinton en 2016. Aquella primera marcha masiva se destacó por los icónicos gorros rosas llamados “pussy hats”, símbolo de rechazo a los comentarios misóginos de Trump filtrados en una grabación.

Sin embargo, el tamaño de las marchas ha disminuido con los años. “Esta vez los riesgos son más altos”, dijo Susie, una manifestante de San Francisco que asistió con su hermana Anne. Ambas participaron en la marcha inaugural y ahora regresaron con sus gorros rosa. Susie expresó su preocupación por el poder acumulado de Trump: “Ahora cuenta con el apoyo de las élites millonarias y tecnológicas”.

Indignación y resistencia

Muchas asistentes señalaron motivos personales para unirse a la protesta. Brooke, por ejemplo, defendió el acceso al aborto y lamentó la reelección de Trump: “Estoy triste de que el país haya elegido a un presidente que ya nos falló”. Kayla, otra manifestante, describió su estado como una mezcla de ira y tristeza.

A pesar de las tensiones, algunas personas pro-Trump también estuvieron presentes. Un grupo con gorras Make America Great Again fue confrontado pacíficamente por líderes de la marcha. Timothy Wallis, uno de ellos, comentó: “Tienen todo el derecho a protestar, pero es triste ver cómo estamos como país”.

Mientras tanto, Donald Trump arribó a Washington DC el sábado para iniciar las festividades previas a su toma de posesión. El presidente electo participará en un evento privado con fuegos artificiales en su club de golf en los suburbios de Virginia.

Aunque las multitudes ya no alcanzan los niveles iniciales, el mensaje de las manifestantes sigue siendo claro: la resistencia contra las políticas de Trump persiste, incluso en un país dividido. “Seguimos aquí y vamos a resistir”, afirmó Anne, reflejando el espíritu de un movimiento que, aunque reducido, se niega a desaparecer.

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