Con la toma de posesión de Donald Trump como 47° presidente de los Estados Unidos, líderes de todo el mundo reaccionaron, y marcaron el tono de las relaciones internacionales para los próximos cuatro años. Desde Rusia hasta América Latina, las respuestas varían: desde expectativas de cooperación hasta tensiones históricas que podrían influir en la diplomacia global.
Durante una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia, Putin felicitó a Trump por su investidura, destacando su voluntad de evitar una Tercera Guerra Mundial.
“Escuchamos sus declaraciones sobre la necesidad de hacer todo lo posible para evitar una Tercera Guerra Mundial. Por supuesto, saludamos ese espíritu y felicitamos al presidente electo de EE.UU. por su toma de posesión”, afirmó.
El mandatario ruso también resaltó que Trump enfrentó una campaña extremadamente difícil, que incluyó incluso “un intento de asesinato” contra el entonces candidato republicano, y elogió su valentía:
“Fue una victoria convincente, y Trump demostró coraje tanto él como su familia en medio de este proceso”. Putin se mostró dispuesto a reanudar los “contactos directos” con la Casa Blanca, sugiriendo un posible cambio en la dinámica de las relaciones entre ambas potencias.
Por otras parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, auguró una alianza fortalecida entre ambos países, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reafirmó su compromiso con la cooperación transatlántica para enfrentar los desafíos globales.
En el Reino Unido, tanto el primer ministro Keir Starmer como el rey Carlos enviaron mensajes subrayando la histórica relación entre las dos naciones.
En Ucrania, el presidente Volodímir Zelenskyy expresó su esperanza en la política de paz anunciada por Trump, que podría contribuir a una resolución justa en el conflicto con Rusia.
Por su parte, el mandatario turco Tayyip Erdogan señaló que trabajará con Trump para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
En América Latina, las respuestas variaron. En Panamá, el presidente José Raúl Mulino respondió con firmeza a los comentarios de Trump sobre la intención de “retomar” el control del Canal de Panamá debido a la supuesta influencia china en la región.
Mulino señaló que “el Canal es y seguirá siendo de Panamá” y rechazó de manera integral las declaraciones del mandatario estadounidense. Este nuevo roce diplomático revive tensiones históricas, justo cuando el país centroamericano celebra más de dos décadas de administrar esta importante vía interoceánica.
Mientras tanto, en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva adoptó un tono conciliador, destacando los lazos culturales y comerciales entre ambos países. Desde Chile, el gobierno de Gabriel Boric aseguró que mantendrá relaciones bilaterales estables con la nueva administración estadounidense.
Otros líderes, como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente indio, Narendra Modi, expresaron su entusiasmo por trabajar estrechamente con Trump en esta nueva etapa. En Italia, la primera ministra Giorgia Meloni reafirmó los valores compartidos entre ambas naciones, y en Alemania, Olaf Scholz subrayó la importancia de las relaciones transatlánticas.