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“Puede que sean indocumentados, pero no son delincuentes, tenga piedad: la reverenda de Washington al presidente de EU

Trump autoriza redadas en escuelas e iglesias, tras ser sermoneado en la catedral

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Valentía La reverenda Mariann Edgar Budde pasa frente a Donald Trump durante el servicio este martes en la Catedral de Washington, con el que culminan los eventos (WILL OLIVER/EFE)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está dispuesto a mostrar piedad por las familias de indocumentados que buscan refugio en templos y escuelas, ni está dispuesto a que le den sermones muy críticos por su cacería a los inmigrantes, como hizo este mismo día la obispa protestante Mariann Edgar Budde, quien le rogó que tenga “piedad” de los homosexuales y de los migrantes pobres, durante un oficio en la Catedral Nacional de Washington, que clausura su investidura como presidente.

En respuesta, el mandatario ultra anunció la eliminación de dos leyes humanitarias de los últimos gobiernos demócratas (que protegían a familias vulnerables de indocumentados), por lo que da vía libre a las redadas migratorias en escuelas e iglesias, alegando que allí se refugian “delincuentes”.

“Los delincuentes ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados. La administración Trump no atará las manos de nuestras valientes fuerzas del orden y, en cambio, confía en que usen el sentido común”, se lee en el comunicado firmado por la secretaria interina de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, que elimina las dos reglamentaciones vigentes bajo la administración Biden.

“No son delincuentes, tenga piedad”

El mandatario republicano acudió al tradicional servicio presidencial para conmemorar su investidura y no se esperaba las críticas.

“Le pido que tenga piedad, señor presidente”, dijo la obispa, que habló del “miedo” que, según la reverenda, se siente en todo el país. “Hay niños gays, lesbianas y transgéneros en familias demócratas, republicanas e independientes”, sostuvo.

“Las personas que recogen nuestras granjas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avícolas y plantas de envasado de carne, que lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales pueden no ser ciudadanos o no tener la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los migrantes no son delincuentes”, añadió.

Trump y su familia, disgustados

La familia de Trump, así como la del vicepresidente JD Vance, parecían igualmente sorprendidos y disgustados por la intervención.

Preguntado más tarde por un periodista por su reacción, Trump se limitó a decir que el oficio “no fue demasiado emocionante”. “Podrían hacerlo mucho mejor”, opinó, pero, como quedó claro, momentos después, el sermón de la obispa no surtió efecto, más bien lo contrario.

Orden “para atrapar criminales”

Según señala el comunicado, “esta orden ejecutiva (de Trump) empodera a los valientes hombres y mujeres de la CBP (la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza) y del ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) para aplicar nuestras leyes migratorias y atrapar criminales, incluyendo asesinos y violadores, que han ingresado ilegalmente a nuestro país”.

Es un ejemplo clave de cómo la aplicación de la ley será diferente bajo el gobierno del republicano frente a los dos últimos gobiernos demócratas.

En 2011, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) estableció una política que impedía a los agentes realizar arrestos en lugares sensibles, por orden del entonces presidente Barack Obama. Biden publicó una guía similar.

Los defensores de los inmigrantes han compartido sus preocupaciones sobre la eliminación de esa política, argumentando que hacerlo avivará el miedo en las comunidades inmigrantes y evitaría que los niños fueran a la escuela o que las personas buscaran atención en los hospitales.

Eliminación del “parole” humanitario

La segunda directiva aprobada este martes incluye la eliminación gradual de los programas de libertad condicional (el llamado “parole” humanitario) que permitían a ciertos inmigrantes vivir y trabajar temporalmente en los Estados Unidos. Los republicanos han dicho repetidamente que la administración Biden abusó del programa de libertad condicional al extenderlo a múltiples nacionalidades.

“La administración Biden-Harris abusó del programa de libertad condicional humanitaria para permitir indiscriminadamente que 1.5 millones de migrantes ingresaran a nuestro país. Todo esto se detuvo el primer día de la administración Trump. Esta acción devolverá el programa de libertad condicional humanitaria a su propósito original de analizar a los migrantes caso por caso”, dice la declaración.

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