En su tercer día de gobierno el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue muy activo, ya giró sus primeras órdenes para iniciar las deportaciones de migrantes indocumentados y llevar a cabo redadas incluso en Iglesias y escuelas, instruyó cerrar la frontera con México y militarizarla, ya amagó con que los aranceles a sus socios comerciales en el T-MEC van a partir de febrero, y ahora lanzó un llamado a Arabia Saudita y a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), para que se bajen los precios del crudo.
“Voy a pedir Arabia Saudita y a la OPEP que bajen el precio del petróleo. Tienen que reducirlo, lo cual, francamente, me sorprende que no lo hicieran antes de las elecciones. No demostraron mucho cariño. Me sorprendió un poco eso”, dijo Trump durante un discurso virtual en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde es el centro de los reflectores.
“Ahora mismo el precio es lo suficientemente alto como para que esa guerra continúe. Hay que reducir el precio del petróleo para poner fin a esa guerra. Deberían haberlo hecho hace mucho tiempo. En realidad, son muy responsables, hasta cierto punto, de lo que está sucediendo”, recalcó.
El republicano aprovechó para referirse a los planes de inversión anunciados por 600,000 millones de dólares de Arabia Saudita en Estados Unidos y apuntó que “le pediré al príncipe heredero (Mohamed bin Salmán), que es un tipo fantástico, que redondee esa cifra a alrededor de un billón”, afirmó al agregare optimista que “creo que lo harán, porque hemos sido muy buenos con ellos”, añadió.
ARANCELES
Sin dejar de lado unop de sus temas favoritos, los aranceles, Donald Trump mandó un mensaje directo a las empresas del mundo en que les advierte que habrá beneficios para quienes decidan “fabricar en Estados Unidos” o en su defecto deberán estar preparados para pagar aranceles.
“Si no fabrican su producto en Estados Unidos, lo cual es su prerrogativa, entonces simplemente tendrán que pagar un arancel, de montos variables”, amagó.
Los aranceles, refirió el magnate neoyorquino “dirigirán cientos de miles de millones de dólares e incluso billones de dólares” a las arcas del Tesoro estadounidenses.