Israel permitió finalmente el paso este lunes (desde las 7 de la mañana) de decenas de miles de palestinos desde el centro al norte de la Franja de Gaza (donde se encuentra la capital), cargados con sus enseres, en busca de lo que hace justo 15 meses fueron sus hogares, antes de que empezaran los bombardeos israelíes, en venganza por el ataque terrorista de Hamás del 27 de octubre de 2023.
Una inmensa serpiente humana se desplaza a pie, con los enseres que puedan llevar a sus espaldas o carritos, niños pequeños y algunos con burros por la carretera Rashid una carretera costera, que cruza la franja de sur a norte, a un lado el mar Mediterráneo y al otro un paisaje apocalíptico de edificios arrasados por las bombas israelíes.
Pese a la destrucción y a la certeza de que se van a encontrar sus hogares destruidos, el sufrimiento, el horror y el cansancio acumulados durante este año y tres meses de guerra, la sensación entre los miles de refugiados es en muchos casos cercana a la euforia.
“Gaza es nuestro hogar, ha sido nuestra casa toda nuestra vida, donde nacimos, y seguirá siendo nuestra”, dijo Fares Oweida, un joven de Beit Lahia (extremo norte de la franja), como si estuviera respondiendo a los planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de enviar a 1.5 millones de gazatíes a otros países árabes (dos tercios de todos los habitantes), para reconstruir la Franja como un negocio inmobiliario compartido con los israelíes.
Pese a que ya fue informada de que el 95% de las casas de Beit Lahia están destruidas, el joven da las gracias de poder volver a su casa, lo que le produce una felicidad que no puede escribir.
Entre los que vuelven junto a la playa, una familia con niños que lleva media hora cantando “Alá es grande”, en un ambiente festivo de despliegue de sonrisas por primera vez en meses.
“Siento como si esto fuera mejor que una fiesta, es el mejor día de nuestras vidas porque estamos volviendo a nuestras casas”, dice este hombre, que ha perdido su casa y a sus hermanos, pero ahora quiere celebrar. “Hoy vuelvo a casa y de aquí no nos van a desplazar, de aquí no nos iremos”.
El retorno de los palestinos al norte de Gaza —contemplado en el alto el fuego entre Hamás y el gobierno de Benjamín Netanyahu— tenía que haber comenzado el domingo, pero las tropas israelíes lo impidieron, alegando que Hamás no había liberado a una rehén civil. La tensión y las protestas llevaron a los soldados a abrir fuego, matando a dos palestinos y dejando a una veintena heridos.
Según el nuevo acuerdo, este jueves se llevará a cabo un intercambio de rehenes, entre los que estará la israelí Arbel Yehud, por prisioneros palestinos.
“¡Mira Netanyahu, volvemos!”
El día más esperado por los gazatíes —la caravana fue amenizada en todo momento con cánticos— fue testigo de numerosos encuentros. Un video capta el momento en el que un hombre vuelve a abrazar a su madre, de la que se separó al inicio de la invasión, mientras repite entre lágrimas “¡Gracias a Dios!”. En otro, un hombre avanza hacia el norte cargando en la espalda las telas con las que -como muchos otros gazatíes- improvisará una tienda de campaña. “¡Mira, Netanyahu, volvemos", dice.
También se ve a gazatíes siendo recibidos en la zona costera por milicianos de Hamás entre gritos de “¡Alá es el más grande!”. Al pasar, los desplazados dan la mano o hacen el signo de la victoria a los hombres armados del movimiento islamista, que trata de capitalizar el retorno de la gente a sus hogares y reafirmar su autoridad sobre Gaza, pese a ver sido ellos los causantes de el atentado terrorista en Israel y de haber puesto a toda la población bajo las bombas, con el resultado de más de 47 mil muertos (más de 16 mil niños).
Envío urgente de tiendas de campaña
El gobierno gazatí dijo que la población del norte de Gaza necesita “inmediata y urgentemente” 135,000 tiendas de campaña, dada la devastación de la zona, a la que decenas de miles de personas que se vieron desplazadas por la guerra se dirigen este lunes, después de que Israel volviera a abrir el acceso a ella a primera hora de la mañana.
“Nuestro pueblo palestino en las gobernaciones de Gaza y el Norte (ambas en la mitad septentrional del enclave) necesitan 135.000 tiendas de campaña y caravanas ahora, inmediata y urgentemente, ya que el porcentaje de destrucción llevada a cabo por el Ejército de ocupación israelí supera el 90 %”, recogió un comunicado de la Oficina de Medios del Gobierno de Hamás en el enclave.
Este pidió a la comunidad y organismos internacionales, a la ONU y a los países árabes que faciliten el acceso de bienes básicos a la población.