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Además, Pekín impondrá gravámenes al carbón, gas, petróleo, automóviles y maquinaria agrícola estadunidenses e investigará a Google

China castiga a EU por lo aranceles de Trump donde más le duele: los metales raros

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Guerra comercial Portacontenedores del gigante naviero chino Evergreen en el puerto de Los Ángeles-Long Beach, California (CAROLINE BREHMAN/EFE)

Donald Trump empezará pronto a probar su propia medicina. China anunció este martes que impondrá a partir del 10 de febrero gravámenes adicionales del 15% al carbón y al gas natural licuado procedente de Estados Unidos, y de un 10% al petróleo, la maquinaria agrícola, los automóviles de gran cilindrada y las camionetas. Todo ello en respuesta al anuncio del lunes del presidente republicano de imponer, a partir de este mismo martes, un 10% de aranceles a las importaciones chinas (aunque en un principio llegó a amenazar con un 60%), en represalia por el fentanilo chino, que, según Trump, se le cuela por las fronteras de México y Canadá .

Pese a que el gigante asiático se encuentra en plena fiestas por el Año Nuevo Lunar, el gobierno comunista de Xi Jinping actuó con rapidez y llevó más lejos la prevista contraofensiva arancelaria al anunciar una investigación antimonopolio contra Google y, un arma más novedosa, pero que marcará el futuro de las dos superpotencias por la hegemonía mundial: el control y el comercio de las tierras o minerales raros, esenciales para las nuevas tecnologías y cuya mayores reservas mundiales se encuentran precisamente en China.

En concreto, China anunció este martes controles de exportación sobre cinco metales críticos: tungsteno, telurio, bismuto, indio y molibdeno, materiales esenciales para diversas industrias, desde la defensa y la electrónica hasta las energías limpias.

El tungsteno se utiliza para fabricar componentes electrónicos y aplicaciones aeroespaciales debido a su alta densidad y punto de fusión, mientras que el telurio es empleado en la producción de paneles solares, aleaciones metálicas y dispositivos termoeléctricos.

El bismuto se utiliza en aleaciones de bajo punto de fusión, productos farmacéuticos y cosméticos, y el indio es esencial para fabricar pantallas táctiles, paneles solares y semiconductores. Por último, el molibdeno, el tercero de los minerales raros más codiciados, es clave para mejorar la resistencia de las aleaciones de acero y en componentes electrónicos.

Los controles buscarían retrasar los procesos de exportación a Estados Unidos de estos materiales dado que a partir de hoy las empresas que los quieran deberán solicitar licencias primero.

Estados Unidos no produce estos metales, y se verían afectadas empresas de sectores como la electrónica, las energías renovables y la automoción, que afrontarían aumentos en los costos de producción en caso de que no logren las licencias.

China justificó la medida aduciendo que como “importante productor y exportador mundial” de estos materiales, tiene el compromiso de “salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales”, aseguró la cartera de Comercio en un comunicado.

La medida de este lunes sigue a otros controles similares que Pekín impuso el año pasado -en aquel caso, sobre minerales clave para fabricar chips- para responder a las restricciones tecnológicas estadounidense durante la presidencia de Joe Biden.

Sobre los aranceles adicionales estadounidenses, que se suman a los que ya soportaban los productos chinos de forma previa y acaban de entrar en vigor, “constituyen un acto de unilateralismo y proteccionismo comercial”, dijo este martes un portavoz del Ministerio de Comercio de China a través de un comunicado, para justificar que elevará el caso a la OMC. “Estas acciones dañan el sistema multilateral de comercio basado en normas, socavan las bases de la cooperación económica y comercial entre China y EU y alteran la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”, añadió.

Los nuevos aranceles impuestos por Trump ―si no se suspenden antes, como ha sucedido con México y Canadá― se aplican incluso a las compras de pequeño importe a firmas como Alibaba, Temu y Shein, que han crecido en Estados Unidos de forma espectacular.

Pekín, dispuesta a negociar

En cualquier caso, la respuesta de Pekín ha sido de momento limitada y teledirigida, un aviso que golpea a diversos sectores (estratégicos, como el de las tierras raras), pero no un arancel generalizado, lo que parece indicar cierta disposición a la negociación por parte de la segunda potencia económica para esquivar una batalla a gran escala.

Los aranceles anunciados por China se aplicarían a unos 20,000 millones de dólares de importaciones anuales, en comparación con los 450,000 millones de dólares en bienes chinos sujetos a las tarifas de Trump, según una estimación de la firma Capital Economics.

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