![musk-presidente-2025](https://lacronicadehoy-lacronicadehoy-prod.web.arc-cdn.net/resizer/v2/FB4I6XHAS5CADLJ6CVAILEOLTQ.jpg?auth=33779fa2511dc03fbd5b2c283fa6a7ab433a0e9cb8e02b567874df1dcb5bc9c6&width=800&height=543)
Un consorcio liderado por Elon Musk ha ofrecido 97,400 millones de dólares por la compra de la organización sin fines de lucro que controla OpenAI, según informó este lunes The Wall Street Journal.
La operación, señala El País se conoce meses después de que el hombre más rico del mundo demandara judicialmente a la startup de inteligencia artificial por discrepancias sobre su transición a una empresa con fines de lucro. Eso profundizó las tensiones entre Musk y el CEO de OpenAI, Sam Altman, enfrentados no solo sobre el futuro de la compañía que empezaron juntos, sino también sobre la dirección que debe tomar la revolucionaria tecnología en los próximos años.
La oferta está muy por debajo del valor de mercado de OpenAI y cabe leerla como una hostil provocación del magnate sudafricano, para muchos, el “presidente en la sombra de Estados Unidos”.
En el pasado, la relación entre Musk y Altman fue buena: ambos fundaron OpenAI en 2015 como una empresa sin ánimo de lucro. Ese desinteresado objetivo inicial cambió en 2019, cuando Musk ya no formaba parte de la compañía, y Altman creó una subsidiaria que sí perseguía el lucro y que fue la que le permitió catapultar a OpenAI a la dimensión que la ha convertido en la líder del sector, gracias a la entrada del financiamiento de Microsoft, entre otros inversores.
La enemistad con Altman llegó después hasta los tribunales: Musk ha presentado una serie de demandas en las que acusa a OpenAI de traicionar su espíritu original al buscar el beneficio y aliarse con Microsoft para dominar el desarrollo de la IA. Cuando presentaron una de esas querellas hace casi un año, los abogados de Musk sostuvieron que, desde el momento en que Microsoft se asoció con OpenAI, esta cambió de objetivo y se centró en ganar dinero, lo que, argüían, choca con su ánimo fundacional.
“OpenAI, Inc. se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft”, decía la demanda interpuesta en San Francisco. “Bajo su nuevo consejo de administración, no solo está desarrollando, sino también perfeccionando, una IA general (que pueda igualar o superar las capacidades humanas) para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar de hacerlo en beneficio de la humanidad”.
Cuando hace un par de semanas se conoció la firma del proyecto Stargate, que incluyó, además de a OpenAI, a SoftBank y Oracle, y prevé la inversión de hasta 500,000 millones de dólares en impulsar la inteligencia artificial y la infraestructura necesaria para sostenerla, Musk volvió a la carga, y atacó el pacto en X, la red social de la que también es dueño. Puso en duda que la inversión estuviera asegurada, como la habían prometido. “No tienen el dinero”, escribió en respuesta a un post de OpenAI sobre el anuncio (con información de El País y WSJ).