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El encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca terminó en un desencuentro público que no solo enfrió las relaciones entre ambos líderes, sino que también frustró la firma de un acuerdo sobre la explotación conjunta de recursos minerales en Ucrania.
Durante los primeros minutos de la reunión en el Despacho Oval, ambos mandatarios se mostraron cordiales. Sin embargo, a medida que avanzaba la conversación, la situación se tornó más tensa, especialmente tras la intervención del vicepresidente J.D. Vance. Trump, visiblemente molesto, reprochó a Zelenski su postura respecto a las negociaciones de paz con Rusia, acusándolo de poner en riesgo la estabilidad global.
“No estás en posición de imponer condiciones para la paz”, le espetó Trump, advirtiéndole además que sería “difícil” alcanzar un acuerdo si, en su opinión, “las actitudes no cambian”. En un tono aún más duro, el mandatario estadounidense sugirió que Zelenski estaba “coqueteando con la Tercera Guerra Mundial”, lo que marcó el punto de quiebre del encuentro.
Tras la discusión, Trump anunció en su red social Truth Social que no negociaría con Zelenski y lo acusó de haber “faltado al respeto” a Estados Unidos. “Puede volver cuando esté listo para la paz”, sentenció. Como resultado, se cancelaron tanto el almuerzo conjunto como la rueda de prensa programados tras la reunión.
Un acuerdo frustrado
Fuentes de la Casa Blanca confirmaron que el acuerdo que ambos líderes debían firmar este viernes no se rubricó tras el choque. Este documento establecía la creación de un fondo de inversión conjunto para la explotación de recursos minerales en Ucrania, un sector clave dominado actualmente por China.
El pacto contemplaba que Ucrania aportara el 50 % de los beneficios futuros derivados de sus recursos naturales, incluyendo gas, petróleo y tierras raras.
El acuerdo, además, era visto como un paso previo para un eventual proceso de paz con Rusia, pero la tensión en la reunión llevó a que Zelenski abandonara la Casa Blanca antes del almuerzo, truncando cualquier posibilidad inmediata de firmarlo.
A pesar del conflicto, el presidente ucraniano intentó mantener una postura conciliadora al agradecer públicamente “al presidente de EE.UU., al Congreso y al pueblo estadounidense” por su apoyo. También insistió en que Ucrania trabaja para alcanzar “una paz justa y duradera”.