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Si partimos de la premisa expresada en el artículo anterior: de que el objetivo de Trump es devolver a los Estados Unidos la Hegemonía económica, política y militar que tuvo en el pasado reciente, entenderemos mejor sus estrategias de negociación al interior de su país y con el resto del mundo. Dicho objetivo se sintetiza en el eslogan “American first” (América primero).
El ciclo de la hegemonía unipolar de los Estados Unidos iniciado con la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética y, que hoy se encuentra debilitada por el surgimiento del fenómeno geopolítico multipolar y por la crisis del “american way of life” idealizado después de la segunda guerra mundial.
Aquí entra en juego la personalidad política de Trump, él es un empresario que llegó a ser presidente, por primera vez en 2016 y, ahora en 2024. No es un político forjado a lo largo de una carrera administrativa o parlamentaria. Es un empresario, como decimos en México, marrullero. Acostumbrado a ganar dinero, aun pasando encima de la ley.
La demostración más nítida de su conducta ilegal es que el 10 de enero fue declarado culpable, por el juez Juan Merchan, de 34 cargos quien expresó que “es la primera vez que Estados Unidos tendrá un presidente acusado de criminal”. No fue condenado a purgar una condena de cárcel porque se le aplico una resolución como “Descargo incondicional”, que es una figura del derecho penal de los Estados Unidos que consiste en no eximir de culpabilidad al acusado, pero que no se le condena a prisión por causas superiores.
Los delitos cometidos por Trump son de la más diversa índole, Van desde pagos ilegales a una actriz porno, para que no revelara los encuentros sexuales con el presidente, hasta fraudes fiscales. Su conducta demuestra que siempre busca ganar, sin importar los medios. La observancia de la ley no se encuentra en su catálogo ideológico y no es un obstáculo para alcanzar sus fines. Por otro lado, tiene prisa, le urge obtener resultados, requiere legitimarse ante sus electores. Su discurso político es agresivo, con el objetivo de intimidar al adversario
Las órdenes ejecutivas, similares a los decretos presidenciales en México, son un instrumento poderoso que permite al presidente de los Estados Unidos implementar acciones relevantes sin requerir la aprobación del Congreso.
El presidente Donald Trump ha utilizado esta herramienta de manera amplia, firmando un número récord de órdenes ejecutivas en sus primeros 100 días en el cargo. Estas órdenes han tenido un impacto profundo en diversas áreas, desde la política migratoria hasta la economía y la defensa de los derechos civiles.
Algunas de las ordenes ejecutivas más destacadas son:
1. Política Migratoria restringir la entrada de personas de ciertos países de mayoría musulmana, lo que generó controversia y protestas a nivel nacional e internacional. También implementó políticas para limitar el asilo y la ciudadanía por nacimiento, afectando a miles de inmigrantes y sus familias.
2. Economía y Comercio: impuso aranceles a productos de países como México, China y Canadá, con el objetivo de proteger la industria estadounidense. Estas medidas han tenido repercusiones en las relaciones comerciales y han generado tensiones diplomáticas.
3. Derechos Civiles: Por ejemplo, la orden que prohíbe a las personas transgénero servir en el ejército y la que elimina el reconocimiento de identidades de género no binarias en políticas federales.
4. Anticorrupción: El presidente ordenó pausar la “Ley de prácticas corruptas en el extranjero”, que prohíbe a las empresas estadounidenses sobornar a políticos y empresarios en el extranjero. El argumento es que esa ley coloca en desventaja a las compañías estadounidenses para competir con las de otros países.
A pesar de la amplia utilización de órdenes ejecutivas, muchas de las medidas de Trump han sido bloqueadas por jueces federales. Algunas de las más importantes son:
1. La orden que buscaba eliminar la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados.
2. Varias órdenes relacionadas con la equidad de género, como la que prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos de afirmación de género en menores.
3. Una orden que prohibía a las mujeres transgénero participar en deportes femeninos en las escuelas.
4. El despido de personal del gobierno.
Las órdenes ejecutivas de Trump han tenido un impacto significativo en la política y la sociedad estadounidense. Sin embargo, muchas de ellas han quedado en ser acciones mediáticas, lo que beneficia políticamente a Trump ante sus electores, aunque hayan sido detenidas por jueces federales.
En el ámbito internacional Trump mueve sus piezas en el tablero acorde con su objetivo de que Estados Unidos recupere la hegemonía mundial, por medio de acciones en materia económica y en un reacomodo en las relaciones militares.
En esta ruta Trump adoptó una postura más conciliadora hacia Rusia. Envió a sus principales asesores de política exterior a Arabia Saudí para conversaciones directas con funcionarios rusos, con el objetivo de poner fin a la guerra contra Ucrania.
Dejó fuera de las negociaciones a Europa y a Ucrania, país al que está acorralando para expoliar sus recursos minerales. Además, EU votó en contra de Ucrania en las Naciones Unidas y estrechó relaciones con Israel justificando la masacre de palestinos en Gaza.
La política exterior de Trump ha sido marcada por un enfoque unilateral. Estos cambios han tenido un impacto significativo en la posición de Estados Unidos en el mundo. Hay que entender esos cambios para negociar con Trump.
En este tablero geopolítico reconfigurado por Trump ¿dónde queda ubicado México? El presidente estadounidense ubica el desequilibrio en la balanza comercial entre México y Estados Unidos como uno de los factores del deterioro económico de su país. Este es el fondo de la agresiva política hacia México.
Aunque hay que decir que la política antidrogas de avestruz del gobierno de AMLO ha favorecido la postura de Trump. El giro de la política de combate a la delincuencia organizada del actual gobierno muestra claramente que, si se podía hacer algo, sin caer en algo parecido a la guerra desatada por el expresidente Felipe Calderón.
El objetivo de Trump con México es económico, por eso las acciones y concesiones que haga el gobierno mexicano en materia de migración y narcotráfico no serán suficientes. Se entregaron al gobierno de los Estados Unidos 29 capos del narcotráfico, sin que se sepa a cambio de qué.
La conferencia de prensa del Gabinete de Seguridad del viernes 28 de febrero deja un largo camino sembrado de dudas. El Fiscal Hertz Manero mencionó que no fue extradición sino una entrega con sustento en el artículo quinto de la Ley de Seguridad Nacional y el artículo ochenta y nueve de la Constitución. Ninguno de esos artículos dispone un procedimiento para entregar a un ciudadano mexicano para que sea juzgado en otro país.
A reserva de realizar más adelante un análisis jurídico detallado, lo evidente es que el gobierno no ha explicado con nitidez las bases legales en que se sustentó su acción, porque todo indica que fue una decisión política sin sustento jurídico. La imagen que se deja es que el gobierno mexicano fue doblegado por el estadounidense, porque como resultado de una negociación algo obtienen cada una de las partes. No se ve que recibirá México.
Ahora Trump está exigiendo que se investigue a los políticos mexicanos involucrados en el narcotráfico. Lo cual sería saludable si se acompañara con una investigación igual en los Estados Unidos, para descubrir la red macrocriminal trasnacional que controla el narcotráfico en ambos países.
Aunque de la adversidad o de los errores, en ocasiones, se puede obtener algún beneficio. Esta última exigencia de Trump a México tal vez pudiera ponerle la mesa a la presidenta Sheinbaum, para mostrarles el garrote a tirios y troyanos, incluyendo a algunos correligionarios.
*Profesor UAM-I,
@jsc_santiago
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