
Cuando la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hable por teléfono de aranceles con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, (previsiblemente este jueves) debe tener en cuenta que las reglas diplomáticas del decoro no existen con el republicano y que debe enfrentarse a sus gritos e intimidaciones. Fue lo que sufrió en directo a todo el mundo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y lo que pasó este miércoles el primer ministro canadiénse, Justin Trudeau.
En la conversación, Trudeau y Trump trataron la guerra comercial provocada por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos así como los esfuerzos canadienses para limitar el flujo de fentanilo a Estados Unidos. En la reunión virtual también estuvieron presentes en la Casa Blanca el vicepresidente estadounidense, JD Vance, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.
Trump se ofreció a eliminar los aranceles para algunos sectores y productos pero Trudeau se negó a levantar las represalias comerciales canadienses a menos que EU cancele todos los gravámenes que entraron en vigor el martes.
Ante la posición de Trudeau, se produjo una “acalorada” conversación en la que Trump presentó nuevas quejas sobre medidas del Gobierno canadiense que en su opinión dañan los intereses de EU, como las protecciones al sector agrícola.
No le parece suficiente
Tras la llamada entre Trudeau y Trump, el ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, conversó en varios ocasiones con Lutnick este mismo miércoles para intentar limar las diferencias.
En su red social Truth Social, Trump reveló que durante su conversación le dijo al dirigente canadiense que no había hecho “suficiente” para evitar los aranceles por el flujo de fentanilo desde Canadá.
“Él dijo que la situación ha mejorado, pero yo le dije: Eso no es suficiente”, explicó Trump.
Tras el encuentro, el premier canadiense anunció que tenía intención de llamar también a Sheinbaum; no sería extraño que entre los puntos a tratar tenga algún que darle sobre cómo lidiar con el mandatario chantajista.