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Las estanterías de bourbon en Canadá vacías, las ventas de Tesla se desploman... las prácticas mafiosas del presidente de EU y su aliado Musk están generando un movimiento global de protesta

La palabra favorita de Trump es aranceles; la del mundo empieza a ser boicot

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Protesta Manifestantes frente a una tienda de Tesla en California contra el "fascista" Musk (X)

Después de la estupefacción, la movilización. Luego de seis semanas de bombardeo masivo diario en los medios de Donald Trump derribando todos los puentes diplomáticos y comerciales, y de humillar e intimidar a sus socios y supuestos aliados, se empiezan a colar tímidamente otros titulares que no debe hacerle nada de gracia al presidente de Estados Unidos y mucho menos a su “alter ego”, Elon Musk, incapaz ya de contar cuántos miles de millones está perdiendo por el boicot internacional a sus preciados coches Tesla.

“Es tiempo de boicotear a Estados Unidos: nadie puede hacer todo, pero todos podemos hacer algo”. El mensaje de escrito por el sueco Richard Kilstromm en su cuenta de X resume lo muchos están pensando ahora mismo: nadie en el mundo puede contraatacar por sí sólo a Trump, pero, si millones de consumidores en todo el mundo se niegan a comprar productos estadounidenses, se desplomaría en cuestión de poco tiempo el negocio de decenas de miles de empresarios exportadores estadounidenses.

De hecho, quien más está sufriendo el efecto de este bumerang es el más entusiasta con la política mafiosa de Trump: Elon Musk.

Las ventas de vehículos de Tesla en la Unión Europea descendieron un 50.3% en enero de 2025, en comparación con el mismo mes del año anterior, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). En Alemania, el mercado más grande de vehículos eléctricos en Europa, las cifras son aún más preocupantes: en febrero de 2025, sólo vendió 1,429 vehículos nuevos, frente a los más de 6,000 en febrero de 2024, una caída del 76 %.

Detrás de este batacazo no hay un repentino desinterés por los coches eléctricos; de hecho, las ventas del resto de marcas aumentaron en febrero un 34% en la UE, sino un boicot oculto contra Musk y su retórica antieuropea. La imagen del sudáfricano haciendo el saludo nazi tras la investidura de Trump, o interviniendo en un mitin del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), le está pasando factura, y no sólo en el viejo continente.

En Australia, Tesla tuvo una caída en febrero del 72% e incluso donde nació la marca, California (-14%). Otra señal de alarma es el fin de la luna de miel de los chinos millonarios con los coches Tesla y la espectacular subida de las ventas de coches eléctricos de fabricación nacional, en lo que parece una venganza por la nueva oleada de aranceles impuestos por Trump: mientras las ventas de Tesla cayeron en febrero un 49%, las de la marca china BYD aumentaron un 161%.

“Everybody Hates Musk”

El hombre más rico del mundo tiene incluso su propio club de “haters” en Reino Unido: el colectivo Everyone Hates Elon (Todos odian a Elon Musk). Bajo el lema “Let’s Make Billionaires Losers Again (Hagamos a los billonarios perdedores de nuevo)”, EHE busca movilizar a la gente común para resistir lo que perciben como el “fascismo y el sinsentido” de Musk.

Pero el llamado al boicot (paradójicamente muy intenso en X, la red social de Musk) no se limita a Tesla, sino a cualquier producto Made in USA

“Un boicot puede funcionar”

“Antes he ido de compras y no he comprado pasta de dientes Colgate, por ejemplo. No volveré a comprar vaqueros Levi’s ni zapatillas Nike. Creo que es justo no elegir productos estadounidenses en el supermercado. Quizá no utilice las palabras de Trump y diga ‘Make Europe great again’, pero Europa puede marcar la diferencia en términos de poder dejando de lado a Estados Unidos y concentrándose en sí misma, en nosotros, los europeos”, opina el sueco Hakan Jörgensen. Como él opina un abrumador 78% de sus compatriotas.

En una semana, más de 33,000 suecos se han unido a un grupo de Facebook que llama a boicotear los productos estadounidenses. Entre ellos estaba Reidar Svedahl.

“Lo único que entienden Trump, Vance y Musk es de economía. Así que nosotros, los suecos de a pie y los europeos, todos los europeos, tenemos que demostrarles que esto va a perjudicar a su economía. Mira las cifras de Tesla, están en caída libre. Un boicot puede funcionar”, asegura.

Pero, si hay un país donde el boicot se ha convertido en una cuestión de orgullo nacional ese es Canadá.

Ola patriótica en Canadá
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Boicot Un cartel en un supermercado de Toronto pide a los consumidores comprar productos canadienses (Chris Helgren/REUTERS)

Las amenazas imperialistas de Trump de convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos y las humillaciones al primer ministro Justin Trudeau, al que llama “gobernador” han obrado el milagro: los canadienses, incluidos los separatistas de Quebec, está respondiendo con una de patriotismo sin precedentes.

En la plataforma X, el primer ministro Justin Trudeau reprodujo este jueves un video titulado ‘We are Canadians’, una reedición del anuncio de cervezas ‘I am Canadian’, que en el año 2000 defendió con humor la identidad canadiense y que se convirtió en un enorme éxito popular.

Veinticinco años después, el mismo protagonista del anuncio, Joe Canadá, reapareció para exaltar el orgullo de ser canadiense y para burlarse de Trump y su “amor”por Vladimir Putin.

Una encuesta de Canadian Press/AP publicada este domingo revela que el 85% de los canadienses rechaza que el país se convierta en un estado más de Estados Unidos. La provincia donde la idea de Trump seduce más es la petrolera Alberta con el 15% y se debe en gran parte por el malestar de sus habitantes a que Ottawa imponga un embargo petrolero, como amenaza. En el lado opuesto, mientras que en Colombia Británica es de apenas el 3%.

Incluso en la provincia francófona de Quebec, donde existe un fuerte movimiento soberanista, la encuesta revela que el sentimiento nacionalista canadiense entre la población, con sólo un 10% de apoyo a unirse a EU.

Mientras tanto, en los supermercados han desaparecido productos hecho en EU, especialmente licores como el bourbon, y han aparecido iniciativas populares para marcar con banderas canadienses los productos nacionales.

La inesperada solidaridad de Canadá con México

En paralelo al boicot canadiense a los productos Made in USA, está surgiendo una inesperada solidaridad de los canadienses con los mexicanos, sus otros socios del T-MEC amenazado por las amenazas de Trump.

Un video que circula en redes sociales ha captado la atención de miles de usuarios. En él, se muestra el interior de un supermercado canadiense donde productos como cilantro, aguacates y lechugas llevan etiquetas naranjas con la frase “Mexican Grown Produce” (Productos cultivados en México). Mientras tanto, los productos de origen canadiense están marcados con etiquetas rojas y los estadounidenses con etiquetas azules.

El mensaje que acompaña el video es clara y directa: “Canadá apoya a México. Ante los inexplicables aranceles impuestos por Donald Trump, Canadá muestra su solidaridad con México y coloca etiquetas para distinguir los productos hechos en el país, de modo que los canadienses puedan priorizarlos en sus compras. Gracias, amigos canadienses”.

La última víctima del boicot es el café americano, que está siendo borrado de las pizarras de las cafeterías y ha pasado a llamarse café mexicano. La razón, explican los promotores, es sencilla: “En Estados Unidos no hay una sola hectárea de cafetal. Punto”.

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