
La guerra comercial iniciada por Donald Trump contra el mundo se recrudece con la entrada en vigor de los aranceles chinos contra bienes de Estados Unidos, en respuesta a las ya aplicadas por la nueva administración republicana, alegando también que hace poco por evitar el tráfico de fentanilo.
A partir de este lunes, China gravará con un 15% las importaciones estadounidenses de pollo, trigo y maíz, y con un 10% las de soya, carne de cerdo, de vacuno, productos del mar, frutas y lácteos.
Entre los productos sujetos a tasas del 15% figura también el algodón, y entre los gravados con un 10%, las verduras y el sorgo.
Trump decidió duplicar al 20% los aranceles adicionales impuestos al país asiático desde que regresó a la Casa Blanca, justificando su decisión al afirmar que, a su juicio, Pekín no hace lo suficiente para evitar la entrada de fentanilo en EU (a través de México y Canadá) aunque como telón de fondo está el enorme defícit comercial estadounidense con China.
En 2024, el déficit comercial de EU con China alcanzó los 295,402 millones de dólares, lo que representa un aumento del 5.7% en comparación con el año anterior.
Al respecto, la portavoz china de Exteriores, Mao Ning, declaró que “China nunca ha buscado de forma deliberada que Estados Unidos tenga un déficit comercial con nosotros. La situación es consecuencia de las leyes del mercado y de las estructuras económicas de ambos países. Pero EU también se ha beneficiado enormemente de su comercio con China”.
“Reciprocidad arancelaria, contra el sentido común”
La vocera agregó que, gracias al comercio con China, Estados Unidos ha podido importar productos de calidad a bajo coste, de modo que sus consumidores han visto crecer su capacidad de consumo al tiempo que se han creado empleos en ese país en sectores como el transporte, el comercio electrónico o las ventas minoristas.
“Buscar una reciprocidad absoluta en términos de comercio va en contra del sentido común. Y no se debe subestimar la reacción de los consumidores y las empresas estadounidenses (a una guerra comercial)”, agregó.
Según Mao, “es imposible esconder que hay una agenda consistente en instrumentalizar los asuntos comerciales para contener a China”.
“Pero quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos. Estados Unidos tiene que aprender lecciones y cambiar su actitud”, remató.
China defiende su política antidrogas
El régimen de Pekín, que también añadió a varias empresas estadounidenses a su lista de control de exportaciones y a su lista de entidades poco confiables, ha reiterado en los últimos días que considera la explicación del republicano un mero “pretexto”, dado que la política antidrogas china “es una de las más estrictas del mundo”.
El sector agropecuario estadounidense tiene a China como uno de los principales destinos de sus exportaciones, por lo que los estados agrícolas de EU (donde el voto a Trump fue más masivo) serán los más perjudicados.