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La llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, que levantó expectación en todo el mundo, terminó con un acuerdo parcial de alto el fuego, que incluiría el fin de los ataques de los invasores rusos a las infraestructuras y las centrales eléctricas ucranianas, y el canje mañana miércoles de 350 prisioneros de guerra de cada bando.
Ambos mandatarios han mantenido una esperada conversación telefónica de más de dos horas en la que se han mostrado de acuerdo en que una paz sostenible debe solucionar “las causas internas del conflicto”, según la versión del Kremlin, que ha reclamado como “condición clave” para el acuerdo que Ucrania deje de recibir apoyo militar extranjero, así como cualquier información de inteligencia.
Por su parte, la Casa Blanca alude en su comunicado sobre la llamada que el “movimiento hacia la paz” seguirá como negociaciones técnicas para la puesta en marcha de una tregua marítima en el mar Negro.
Sin acuerdo de tregua total
Ninguno de los dos comunicados hace referencia a una tregua total de 30 días, como pidió Trump la semana pasada, como paso previo a negociaciones formales para poner fin a tres años de guerra. iniciada cuando Putin ordenó la invasión de Ucrania, el 22 de febrero de 2022.
Ambos líderes tenían previsto abordar puntos de un posible acuerdo de paz que seguiría a la tregua total de un mes que reclamaba Trump, específicamente el reparto territorial y el futuro de la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y en territorio ocupado por Rusia.
Horas antes de la llamada, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, aseguró que su país es el principal interesado en lograr una paz integral y duradera en el conflicto con Rusia.