Búsqueda
El Parlamento de Hungría aprobó una ley que prohíbe las marchas del Orgullo LGBTQ+, generando una ola de indignación dentro y fuera del país. La medida fue aprobada apenas un día después de su presentación, en un proceso acelerado por el partido Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán.
Orbán defendió la legislación alegando que las marchas son “dañinas para los niños” y declaró: “No permitiremos que la ideología woke ponga en peligro a nuestros hijos”.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y opositores políticos calificaron la medida como un ataque directo contra la comunidad LGBTQ+.
Protestas en Budapest
Las reacciones fueron inmediatas. Durante la sesión parlamentaria en la que se votó la ley, legisladores de la oposición encendieron bengalas en señal de protesta. Mientras tanto, manifestantes bloquearon el Puente Margarita en el centro de Budapest, enfrentándose a un fuerte dispositivo policial.
La Comisionada de Igualdad de la Unión Europea, Hadja Lahbib, condenó la medida, afirmando que “todos deben poder ser quienes son, vivir y amar libremente”. En la red social X, escribió: “El derecho a reunirse pacíficamente es fundamental en la Unión Europea. Apoyamos a la comunidad LGBTQI en Hungría y en todos los Estados miembros”.
Por su parte, Human Rights Watch denunció la medida en su cuenta de X: “En otra ofensiva contra los derechos LGBT, el parlamento de Hungría aprobó una ley que prohibirá el Orgullo LGBT y eventos similares. La ley, que penaliza a organizadores y asistentes, también autoriza el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes”.
In yet another crackdown on LGBT rights, Hungary’s parliament has passed a law that will outlaw LGBT Pride and similar events.
— Human Rights Watch (@hrw) March 19, 2025
The law, which penalizes organizers and attendees, also authorizes the use of facial recognition technology to identify attendees. pic.twitter.com/VJFBOTJNa6
Los organizadores del Budapest Pride calificaron la prohibición como un acto autoritario. “Esto no es protección infantil, esto es fascismo”, escribieron en redes sociales, asegurando que seguirán adelante con la marcha del Orgullo programada para el 28 de junio.
Un historial de represión
La prohibición de las marchas del Orgullo es el último episodio de una serie de medidas tomadas por el gobierno de Orbán contra la comunidad LGBTQ+. En 2020, Hungría eliminó el reconocimiento legal de las personas transgénero, y en 2021, aprobó una ley que prohíbe la representación de la homosexualidad ante menores de edad.
Bajo la nueva legislación, se considera “ilegal realizar reuniones que violen la ley de 2021”, y quienes lo hagan podrán enfrentar multas de hasta 500 euros. Además, la policía tendrá autoridad para utilizar tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes y organizadores.
El primer ministro húngaro ha intensificado sus ataques contra sus críticos y ha prometido nuevas reformas de corte conservador. El año pasado, afirmó que su gobierno “ocupara Bruselas” para proteger la “libertad de Hungría”.
A pesar del dominio de Fidesz desde 2010, las encuestas muestran que el partido de centroderecha Tisza, liderado por Peter Magyar, está ganando terreno de cara a las elecciones parlamentarias de 2026. Magyar, exaliado de Orbán, rompió con el oficialismo en 2024, denunciando la mala gestión del gobierno.