
Guillaume Mercier, portavoz de la Comisión Europea, instó Turquía a respetar los valores democráticos. “Queremos que Turquía permanezca ligada a Europa, pero esto requiere de un compromiso claro con las normas y prácticas democráticas”, declaró Mercier.
Lo anterior luego de que Akrem Imamoglu, alcalde socialdemócrata de Estambul y opositor del presidente Recep Tayyip Erdogan, fuera detenido y suspendido de sus funciones el pasado 19 de marzo.
La detención del alcalde, quien enfrenta noventa acusaciones de corrupción y terrorismo, y sobre el cual se ha impuesto ya la medida de prisión preventiva, derivó en una serie de intensas protestas populares que han mantenido a Estambul en vilo durante cuatro noches consecutivas.
Las protestas han sido violentamente reprimidas por la policía mediante gases lacrimógenos, pelotas de goma y cañones de agua.
En enfrentamientos entre manifestantes y policías han sido detenidos cerca de 1, 100 personas.
Mercier explicó que la Comisión conmina al gobierno turco a entrar en razón y a actuar en congruencia con la ética democrática si no quiere poner en peligro su condición de país aspirante a adherirse a la Unión Europea; “los derechos de los funcionarios electos y el derecho de manifestaciones pacíficas deben ser completamente respetados”, sostuvo el vocero.
La detención de Imamoglu se suma al arresto de diez periodistas que fueron retenidos en sus residencias, este lunes, por la policía turca.
Al respecto, la asociación turca de derechos humanos, MLSA, afirma que se trata de al menos una docena de periodistas que han sido detenidos junto con otros cien políticos opositores y empresarios.
El portavoz Mercier sentenció que la conducta de Turquía “da lugar a las preguntas sobre la adhesión del país a su tradición democrática establecida”.