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La situación es “crítica a nivel nacional”, dijo el primer ministro Han Duck-soo, pues se registra el doble de incendios que en el mismo periodo del año anterior

Corea del Sur enfrenta el peor desastre natural del país: 36 mil hectáreas incendiadas y 27 muertos

Catástrofe Una vista de un incendio forestal que arde en la montaña en el condado de Cheongsong, provincia de Gyeongsang del Norte, Corea del Sur. (JEON HEON-KYUN/EFE)

Corea del Sur enfrenta la mayor catástrofe natural de su historia reciente: al menos 27 personas han muerto, más de 36 mil hectáreas han sido arrasadas por el fuego, y 37 mil residentes han sido desplazados por una ola de incendios forestales que se extiende por la provincia suroriental de Gyeongsang del Norte, según reportes oficiales.

El jefe de la división de seguridad y desastres, Lee Han-kyung, no dudó en señalar el origen del desastre: “Esta ola de incendios ha expuesto una vez más la dura realidad de la crisis climática”.

Las llamas, que doblaron su tamaño en apenas 24 horas, comenzaron en el condado central de Uiseong y avanzaron hacia el este, alimentadas por ráfagas de viento y una sequedad sin precedentes: la región ha recibido solo la mitad de las lluvias habituales de la temporada, y Corea del Sur ha registrado el doble de incendios que en el mismo periodo del año anterior.

El mayor de los incendios ha consumido ya unas 36 mil hectáreas, superando al hasta ahora peor incendio del país, ocurrido en el año 2000. La catástrofe ya arrasó más de 300 estructuras, incluyendo viviendas, fábricas y edificios históricos. Entre las víctimas hay bomberos, trabajadores de emergencia y un piloto cuyo helicóptero se estrelló durante las labores de extinción.

Las autoridades han movilizado un despliegue sin precedentes: más de 9 mil personas y 120 helicópteros participan en los operativos. El Ejército incluso ha liberado reservas de combustible aéreo para mantener en el aire a los helicópteros contra el fuego que avanza por zonas montañosas.

Patrimonio cultural bajo amenaza

El fuego también ha puesto en peligro dos sitios patrimonio de la humanidad de la Unesco: la aldea tradicional de Hahoe y la academia confuciana Byeongsan, ubicadas en la ciudad de Andong, donde se realizaron evacuaciones preventivas en dos aldeas. El templo budista Gounsa, en Uiseong, fue parcialmente destruido: 20 de sus 30 estructuras fueron reducidas a cenizas, incluyendo dos edificaciones consideradas tesoros nacionales.

El primer ministro en funciones, Han Duck-soo, calificó la situación como “crítica a nivel nacional” y expresó su preocupación por el alto número de víctimas mayores, muchas de ellas en hospitales geriátricos. Las autoridades sospechan que varios incendios fueron provocados por error humano, como quemas de maleza cerca de tumbas familiares o trabajos de soldadura mal supervisados.

La huella del cambio climático

El profesor Yeh Sang-Wook, climatólogo de la Universidad Hanyang, explicó que la falta de lluvias y las altas temperaturas crearon condiciones “extraordinariamente favorables” para los incendios. El año pasado fue el más caluroso en la historia de Corea del Sur, con una temperatura media anual de 14.5 °C, dos grados por encima del promedio de los últimos 30 años.

El grupo científico Climate Central advirtió que el aumento de temperaturas amplificado por el cambio climático convierte paisajes secos en combustible altamente inflamable, y que incendios como los de Uiseong se volverán más comunes y letales en todo el mundo si no se toman medidas urgentes.

La Agencia Meteorológica de Corea ha pronosticado lluvias menores de 5 mm en las zonas afectadas, una cantidad insuficiente para sofocar los incendios. “No parece que vaya a ser de gran ayuda”, admitió el ministro de Servicios Forestales, Lim Sang-seop.

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