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El Programa Mundial de Alimentos enfrenta un recorte del 40 % en donaciones; EU y otros grandes donantes han reducido sus aportaciones

ONU advierte que 58 millones de personas están al borde del hambre extrema

Hambre extrema Una madre en Somalia enfrenta la crisis de hambre junto con su pequeño hijo. (EFE)

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas lanzó este viernes una alerta crítica sobre el riesgo inminente de hambre extrema o inanición para 58 millones de personas, si no se consigue financiamiento urgente para sus operaciones de ayuda humanitaria.

La agencia, con sede en Roma, reportó que en 2025 enfrenta una caída del 40 % en donaciones respecto al año anterior, situación que amenaza con paralizar programas de asistencia alimentaria en 28 zonas de crisis, entre ellas Gaza, Sudán, Siria y República Democrática del Congo.

“Estamos priorizando las regiones más afectadas y estirando las raciones al máximo. Pero no nos engañemos: estamos al borde de un precipicio financiero con consecuencias potencialmente letales”, advirtió Rania Dagash-Kamara, directora ejecutiva adjunta del PMA para Asociaciones e Innovación.

EU reduce drásticamente su contribución

Aunque el PMA no culpó directamente a ningún país, su portal oficial muestra que Estados Unidos —tradicionalmente su mayor donante— ha aportado menos del 10 % de los 4,450 mdd que dio en todo 2024. Hasta el 24 de marzo, la agencia solo había recibido 1,570 mdd en total, frente a los 9,750 millones recibidos en todo 2024, una cifra ya muy por debajo de los 21,100 millones solicitados ese año.

El gobierno de Donald Trump, que actualmente revisa todos los programas de asistencia exterior, ha cerrado gran parte de las operaciones de USAID, la principal agencia estadounidense de cooperación internacional.

La donación de alimentos comprados a agricultores estadounidenses fue suspendida temporalmente, aunque se reanudó en febrero bajo una exención por emergencia humanitaria.

Otros países también han incumplido sus compromisos anteriores, entre ellos Reino Unido, que anunció un recorte de su presupuesto de ayuda internacional para redirigir recursos a defensa, y varios gobiernos europeos que, según Caritas Europa, evalúan recortes similares.

Riesgo de suspensión de programas

Actualmente, el PMA estima que 343 millones de personas en el mundo padecen inseguridad alimentaria severa, impulsada por conflictos armados, colapso económico y cambio climático. Su meta es asistir a 123 millones de personas en 2025, pero casi la mitad de ellos podrían perder el apoyo alimentario en los próximos meses.

Para mantener sus operaciones de emergencia en Sudán, Sudán del Sur, Siria, Yemen, Palestina, Birmania, Haití, Líbano, Afganistán, el Sahel y el Lago Chad, la agencia necesita al menos 2,490 millones de dólares adicionales en el corto plazo.

Esta misma semana, el PMA anunció que podría suspender programas de prevención de malnutrición infantil en Yemen, Afganistán y Siria si no se obtiene financiamiento. Además, confirmó una reducción en las raciones alimentarias para los refugiados rohinyá en Bangladesh por falta de recursos.

La organización, considerada la mayor agencia humanitaria del mundo, advirtió que la falta de respuesta inmediata de la comunidad internacional podría desatar una catástrofe alimentaria global sin precedentes en los últimos años.

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