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El gobierno militar de Birmania anunció este miércoles un alto al fuego de carácter temporal en la lucha que mantiene en contra de varios grupos armados que se alzaron en el país tras el Golpe de Estado de agosto de 2021, que llevó a Min Aung Hlaing al poder.
La declaratoria de cese al fuego se pronuncia desde la Junta con el objetivo de que elementos de las fuerzas armadas puedan enfocarse en las tareas de salvamento, o recuperación, acarreadas por el sismo que azotó al país el pasado 28 de marzo.
Un portavoz designado por la Junta dio lectura a un comunicado en el que la administración gubernamental informó que el cese al fuego se mantendrá hasta el día miércoles 22 de abril, “con el objetivo de acelerar los esfuerzos de ayuda y reconstrucción, mantener la paz y la estabilidad”. Esto, luego de que la cifra de muertos, a raíz del terremoto de magnitud 7.7, alcanzara valores por encima de los tres mil.
Tan solo unas semanas antes del gran sismo, la Junta había desechado la posibilidad de aceptar una tregua ante la sospecha de que las facciones rebeldes utilizarían el cese de las hostilidades para realizar el acopio de pertrechos y “reorganizarse”.
En lo que respecta a esta nueva tregua, el líder del Estado Birmano y jefe del régimen militar, Hlaing, la había rechazado en un inicio ante la sospecha de que una potente alianza entre guerrillas se podría estar fraguando, no obstante, la Junta Militar cambió de opinión y aceptó el alto al fuego en lo que llamó un acto de compasión hacia las víctimas y las personas afectadas por el terremoto.
Para el momento en que Hlaing aceptó el cese al fuego, varias facciones guerrilleras ya habían proclamado altos de forma unilateral. La Junta advirtió a los grupos de insurgentes en el país que deben abstenerse de atacar al Estado o, de lo contrario, el ejército tomará “todas las medidas necesarias” para contenerles.