
Donald Trump manifestó, a principios de marzo, que la banda trasnacional Tren de Aragua se había infiltrado en el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro y haría lo mismo en los Estados Unidos, razón por la cual invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar a los foráneos sin necesidad de una visita judicial previa; esta es una medida que no se usaba desde la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, la medida de Trump sufrió un bloqueo emitido desde una corte del circuito federal de apelaciones e impulsado por el juez James Boasberg; en consecuencia, el equipo del mandatario presentó un recurso de emergencia en el máximo tribunal estadounidense que subrayó la competencia directa del presidente de los Estados Unidos en cuestiones que involucran la seguridad nacional, de ahí que resulte imperativo levantar el bloqueo judicial; el recurso empleado por la administración Trump ha dado frutos este lunes.
El Supremo decidió anular la orden del juez Boasberg con cinco votos a favor y cuatro en contra, sin embargo, anotó que los migrantes detenidos y sujetos a órdenes de expulsión tienen derecho a ser notificados y de impugnar su deportación con un “tiempo razonable”.
Los juristas también recalcaron que, como los migrantes detenidos se encuentran confinados en Texas, la justa legal en contra o en favor de su deportación debe llevarse a cabo en tal estado de la unión y no en otros tribunales.
Cabe señalar que el mismo día en que el juez Boasberg bloqueó la medida trumpista, tres aviones fletados por el gobierno estadounidense despegaron de Texas con rumbo al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, donde unos 200 venezolanos fueron internados.