
La SSA ejecutó la medida a petición de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EU.
Según el Washigton Post, el objetivo de la estrategia de Noem es forzar a los migrantes a que se autodeporten, al retirarles de las bases de datos del SSA, los afectados verían anuladas sus capacidades para beneficiarse de prestaciones y para trabajar en el país.
El Times, en Nueva York, explicó que la población migrante vería limitada su capacidad para adquirir créditos o abrir cuentas bancarias, así como para acceder a otros servicios financieros que posibiliten su estadía en el país.
El blanco de la medida trumpista son todos aquellos migrantes que ingresaron al país en virtud del programa Parole, beneficio extendido por Joe Biden, antecesor de Donald Trump en la Casa Blanca; Parole concedió a cientos de migrantes permisos temporales de trabajo aún si no contaban con visados.
El Post de Washington citó a una “fuente cercana” de la Casa Blanca que aseguró que las personas incluidas en la lista fueron elegidas, principalmente, si contaban con vínculos peligrosos o mantenían actividades terroristas, así como antecedentes penales, no obstante, la citada fuente no proporcionó pruebas al respecto.
Una agente de la vocería de la Casa Blanca, Elizabeth Huston, afirmó que estos cambios, administrados por el SSA, coadyuvarán a alcanzar los objetivos planteados por la presidencia en materia migratoria. “Trump prometió deportaciones masivas y, al eliminar el factor económico y monetario para los extranjeros ilegales, los alentaremos a autodeportarse”, dijo Huston.