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Pekín considera inútil cualquier incremento adicional de Trump; los mercados van en caída y el oro alcanza récord histórico

China responde con aranceles del 125% y declara casi roto el comercio con EU

Guerra comercial Dos guardias fronterizos hacen guardia en un puerto chino de Qingdao y contemplan el arribo de un buque mercante. (EFE)

China aumentó este viernes sus aranceles a las importaciones procedentes de EU hasta un 125 %, en represalia por la decisión del presidente Donald Trump de elevar al 145 % los gravámenes sobre bienes chinos.

El nuevo golpe en la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo ha desatado un efecto dominó en los mercados internacionales, en los que se recrudecieron las caídas y crecen los temores a una recesión global.

“El riesgo de recesión es mucho, mucho mayor ahora que hace un par de semanas”, alertó Adam Hetts, jefe global de multi-activos en la firma Janus Henderson, en declaraciones recogidas tras el anuncio de Pekín.

Aunque el gobierno estadounidense mantiene contactos con otros países para firmar nuevos acuerdos que, según asegura, compensarán el actual “terremoto” comercial, analistas coinciden en que el cruce de aranceles con China ha vuelto casi imposible el comercio entre ambos países, cuyo volumen superó los 650 mil mdd en 2024.

Colapsan los mercados

Este viernes fue una jornada negra para los mercados: las acciones globales cayeron, el dólar se debilitó y la venta masiva de bonos del Tesoro estadounidense se intensificó, lo que reavivó el miedo a una fragilidad estructural en el mayor mercado de deuda del planeta. En contraste, el oro, tradicional refugio en épocas de crisis, alcanzó un máximo histórico.

Pekín justificó su respuesta arancelaria acusando a Washington de “intimidación unilateral y coerción económica”. A través de un comunicado, el Ministerio de Finanzas chino sostuvo que, de continuar Trump con aumentos, las medidas ya no tendrían “ningún significado económico” y “pasarían a la historia como una broma en la economía mundial”.

Sin embargo, China insinuó que esta podría ser su última represalia con aranceles, dejando abierta la posibilidad de responder con otro tipo de sanciones si la Casa Blanca continúa escalando.

“Relación comercial rota”: analistas

Según analistas del banco suizo UBS, la declaración de Pekín equivale a reconocer que la relación comercial bilateral ha sido “completamente rota”. Mientras tanto, el representante comercial de EU, Jamieson Greer, lamentó la respuesta china, aunque dijo que no le sorprendía: “Es ciertamente desafortunada”.

En paralelo, Trump afirmó desde la Casa Blanca que aún cree posible llegar a un acuerdo con el presidente Xi Jinping, a quien aseguró respetar. Pero el mandatario chino lanzó una crítica velada al reunirse con el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez: “China y la Unión Europea deben oponerse conjuntamente a los actos unilaterales de intimidación”, dijo Xi.

China busca reforzar su relación con Europa, y firmó con España protocolos agrícolas para la exportación de carne de cerdo y cerezas, en un intento por conservar acceso al último gran mercado abierto a sus productos.

Mientras tanto, Washington intenta mostrar que su agenda sigue activa. El funcionario Greer dijo que su “agenda está llena”, tras sostener negociaciones con Vietnam y programar conversaciones con Israel y Taiwán. “Hay papeles yendo y viniendo con sugerencias sobre cómo lograr un comercio más recíproco”, explicó en entrevista con Fox News.

India también confirmó que ha acordado las bases para una negociación bilateral con EU, mientras que el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, organizó un grupo especial para visitar Washington la próxima semana. Según Reuters, Vietnam está dispuesto a sancionar los desvíos de productos chinos a través de su territorio para evitar aranceles estadounidenses.

Una pausa frágil, dicen en Europa

Trump anunció a inicios de semana una “pausa de 90 días” para la imposición de aranceles a decenas de países, pero excluyó expresamente a China. En opinión del presidente francés, Emmanuel Macron, se trata de una “pausa frágil”, pues implica “90 días de incertidumbre para nuestras empresas, a ambos lados del Atlántico y más allá”.

La CE intenta aprovechar ese lapso para lograr un entendimiento comercial con Washington. Los ministros de Finanzas del bloque discutieron este viernes sus opciones y el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, viajará el lunes a la capital estadounidense para mantener conversaciones oficiales.