Mundo

Una jueza federal acusa a la empresa de amañar subastas y arrinconar a medios y anunciantes en su red publicitaria

Google opera monopolio ilegal en publicidad digital, dictamina tribunal federal de EU

Google vuelve a perder en tribunales Es el segundo revés por prácticas monopolistas; ahora podría verse obligada a vender su división de publicidad. (EFE)

Google recibió otro golpe legal de alto calibre: un tribunal federal de Alexandria dictaminó que su unidad de tecnología publicitaria opera como un monopolio ilegal, al manipular el sistema de subastas de anuncios en línea en detrimento de editores, anunciantes y usuarios.

La decisión, emitida por la jueza Leonie M. Brinkema, representa la segunda derrota judicial consecutiva para la compañía en casos de competencia promovidos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

El fallo anterior, emitido en agosto de 2023 por el juez Amit Mehta en Washington D.C., concluyó que Google mantenía un monopolio ilegal en su negocio de búsquedas mediante acuerdos exclusivos con fabricantes de dispositivos para bloquear a competidores.

Un ecosistema cerrado

El caso recién resuelto se centra en el rol dominante que tiene Google en la compra y venta de anuncios en línea. Según la demanda presentada por el Departamento de Justicia y fiscales generales de varios estados en 2023, la empresa “amañó las reglas de las subastas” digitales para asegurarse de que la mayoría de los beneficios cayeran en su propio sistema.

Google controla alrededor del 25,6 % del mercado publicitario digital en Estados Unidos, según la firma eMarketer, superando a Meta (21,3 %) y a Amazon (13,9 %). Pero los fiscales alegaron que su dominio es aún más marcado en nichos específicos, como la publicidad para editores de medios, donde cerca del 90 % de los sitios web dependen de sus herramientas para colocar anuncios.

Conductas bajo la lupa

Durante el juicio, que inició en septiembre, Brinkema mantuvo una postura firme, apresurando los testimonios y advirtiendo a Google por prácticas cuestionables como la supresión de chats internos y el uso excesivo de la cláusula de “secreto profesional”. La jueza llegó a sugerir que Google destruyó pruebas, lo que afectó su credibilidad ante el tribunal.

Google se defendió asegurando que su éxito no deriva de prácticas anticompetitivas, sino de la calidad superior de sus servicios publicitarios. Argumentó también que el caso se basaba en una visión obsoleta del mercado y no tomaba en cuenta la feroz competencia que enfrenta de empresas como Amazon, Microsoft, Comcast y Meta.

Se avecinan medidas históricas

Con el fallo ya emitido, el caso entra ahora en su fase de remedios, donde la jueza Brinkema deberá determinar qué medidas deben tomarse para restaurar la competencia en el sector.

Una opción sobre la mesa es obligar a Google a vender su división de tecnología publicitaria, lo que podría representar una de las reestructuraciones corporativas más grandes impuestas a una empresa tecnológica en décadas.

En paralelo, el Departamento de Justicia ha propuesto medidas aún más agresivas en el caso del monopolio de búsqueda, incluyendo la posible venta del navegador Chrome y del sistema operativo Android.

Presión cruzada y cálculos políticosMientras los litigios avanzan, el contexto político introduce un grado de incertidumbre. Aunque las demandas fueron impulsadas durante la administración de Joe Biden, el regreso de Donald Trump a la presidencia ha cambiado las condiciones.

Trump ha manifestado preocupación por un eventual desmantelamiento de Google, advirtiendo que podría debilitar a Estados Unidos frente a China en la carrera tecnológica.

El CEO de Google, Sundar Pichai, ha emprendido una campaña de acercamiento con el nuevo gobierno, destacando el rol de la empresa en IA, computación cuántica y otras áreas estratégicas. Tras las elecciones, Pichai publicó en X: “Estamos en una era dorada de innovación estadounidense y estamos comprometidos a trabajar con esta administración para extender sus beneficios a todos”.

Con el futuro de su negocio publicitario y de su buscador en juego, Google se prepara para apelaciones prolongadas, mientras enfrenta el mayor desafío legal desde su fundación en un garaje de Silicon Valley en 1998.

Tendencias