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Islamabad califica de acto de guerra la cancelación del tratado del Indo. Ambos países expulsan diplomáticos, cancelan visados y endurecen medidas tras masacre en Cachemira

India y Pakistán al borde del conflicto tras suspensión de tratado del agua y cierre del espacio aéreo

La tensión entre India y Pakistán alcanzó un nuevo punto crítico este jueves, luego de que Islamabad cerrara su espacio aéreo a aeronaves indias y advirtiera que cualquier intento de alterar el suministro de agua pactado en el Tratado del Indo sería considerado “un acto de guerra”.

La escalada, marcada por amenazas abiertas, expulsiones diplomáticas y cierres fronterizos, revive el fantasma de un conflicto militar entre dos potencias nucleares con un largo historial de enfrentamientos.

Todo comenzó tras el atentado del martes en la región disputada de Cachemira, donde 25 turistas indios y un ciudadano nepalí fueron asesinados en Pahalgam, en el ataque más letal contra civiles en la zona desde el año 2000.

India responsabilizó a militantes islamistas con apoyo paquistaní, una acusación que Islamabad niega rotundamente.

Pakistán responde con medidas de guerra

El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, convocó una reunión urgente del comité nacional de seguridad tras el ataque. Como resultado, Islamabad declaró persona non grata a los asesores de Defensa, Marina y Fuerza Aérea de la misión diplomática india en su capital, ordenando su salida inmediata. También se cancelaron visados y se prohibió la entrada de ciudadanos indios.

“Cualquier amenaza a la soberanía de Pakistán será respondida con firmeza en todos los frentes”, declaró el gobierno en un comunicado, en el que también anunció la cancelación del comercio bilateral y el cierre total del espacio aéreo para vuelos indios.

La declaración más contundente fue en relación con el Tratado de Aguas del Indo, vigente desde 1960 y mediado por el Banco Mundial. India anunció la suspensión del acuerdo el miércoles, provocando una respuesta inmediata de Pakistán: “Intentar detener o desviar el flujo de agua asignado a Pakistán será considerado un acto de guerra y respondido con toda la fuerza del poder nacional”, advirtió Islamabad.

Modi promete justicia total

El primer ministro indio, Narendra Modi, no tardó en endurecer el discurso. En su primera declaración tras el atentado, afirmó: “Identificaremos, rastrearemos y castigaremos a cada terrorista y a sus patrocinadores. Hasta los confines de la Tierra”.

India ya había cerrado un paso fronterizo clave, revocado los visados paquistaníes bajo régimen de exención y citado al encargado de negocios de Pakistán en Nueva Delhi. También publicó las identidades de tres sospechosos del atentado, de los cuales dos serían paquistaníes, según la policía de Cachemira, que ha ofrecido recompensas por información sobre ellos.

Modi convocó además a una reunión con líderes de la oposición para informarles de la respuesta gubernamental y fortalecer un frente interno unificado.

El Tratado del Indo había sobrevivido guerras, crisis diplomáticas y escaramuzas fronterizas. Su suspensión marca un cambio histórico en la relación bilateral.

El acuerdo dividía el uso del agua de los ríos entre India y Pakistán, siendo vital para la agricultura y el suministro hídrico de este último.

El canciller paquistaní, Ishaq Dar, advirtió en televisión que “cualquier acción militar de India tendrá una respuesta proporcional inmediata”. Sus palabras evocan los días de febrero de 2019, cuando un atentado suicida en Cachemira llevó a ambos países al borde de una guerra abierta.

Desde la revocación del estatus semiautónomo de Cachemira por parte de India en 2019, los lazos diplomáticos han sido frágiles. Ahora, con dos tratados históricos —el del Indo y el Acuerdo de Shimla de 1972— suspendidos, el equilibrio entre los vecinos más volátiles de Asia pende de un hilo.

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