
Este lunes, la agencia estatal de noticias de Corea del Norte, la KCNA, confirmó que fueron desplegadas tropas en Rusia para ayudar a Moscú a recuperar el territorio de Kursk, en la región fronteriza con Ucrania.
La confirmación fue precedida por un anuncio desde el Kremlim, dado este domingo, en el que el Ministerio de Defensa ruso informó que soldados de Pyongyang han participado activamente en el conflicto que mantiene con Ucrania, no obstante, desde finales de 2024, las agencias de inteligencia de Corea del Sur y de naciones de occidente tales como los Estados Unidos y Alemania, denunciaron que Corea del Norte habría enviado a territorio ruso, y al frente de combate, a cerca de 10,000 soldados.
Según la información dada por la KCNA, “el líder supremo”, el norcoreano Kim Jong-un, tomó la decisión de enviar tropas a combatir con las fuerzas armadas de Rusia según los lineamientos y compromisos establecidos por un tratado de defensa entre ambos países; “subunidades de las fuerzas armadas han participado en las operaciones de liberación de la zona de Kursk de acuerdo con la orden del jefe de Estado”, añadió un comunicado de la Comisión Militar Central del Norte.
“Los que lucharon por la justicia son todos héroes y representantes del honor de la patria”, declaró Kim para el medio oficial norcoreano.
Por su parte, tras el anuncio del líder norcoreano, Vladimir Putin, presidente ruso, agradeció a Corea del Norte por la ayuda prestada a Rusia para lograr la expulsión de los soldados ucranianos de Kursk y asegurar la liberación del territorio fronterizo, cuya consumación confirmó Moscú el sábado pasado.
Putin elogió a los combatientes norcoreanos por sus “hazañas”; “Los amigos norcoreanos actuaron por un sentimiento de solidaridad, justicia y verdadera camaradería”, destacó el mandatario ruso.
El Kremlin liberó un boletín en el que manda un mensaje a las tropas de Corea del Norte involucradas en la liberación de Kursk: “Lo apreciamos mucho y estamos sinceramente agradecidos, a nivel personal, con el camarada Kim Jong Un y con el pueblo norcoreano”.
Portavoces del Kremlin confirmaron, en al menos dos ocasiones posteriores al agradecimiento público de Putin, que Moscú prestará asistencia militar a Pyongyang en caso de necesidad.

“Tenemos un tratado de asistencia mutua. Según este tratado, las partes se han comprometido a brindar ayuda inmediata en caso de necesidad”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov. De acuerdo con la misma vocería, la participación de los soldados norcoreanos en los combates en Kursk, probó la “eficacia de ese tratado”.
El líder político y militar de Corea del Norte, Kim Jong-un, señaló que Pyongyang erigirá un monumento en honor a los combatientes norcoreanos que pelearon por la liberación de la provincia rusa de Kursk, esto, en “alabanza al heroísmo y la valentía de los orgullosos hijos de la República Popular Democrática de Corea” y, en conmemoración de “las hazañas de la batalla”, se colocará, en las lápidas de los caídos, flores de oración por su inmortalidad”, citó al mandatario el medio KCNA.
La prensa rusa ha citado testimonios de corresponsales como Alexánder Kots, quien asegura que los soldados de Corea del Norte se distinguían en el campo de batalla “por su coherencia, disciplina, fatal desprecio por la muerte e inmensa resistencia”, el periodista también declaró que los norcoreanos en Kursk eran “en su mayoría jóvenes, fuertes, motivados y bien entrenados en su país natal”.
Durante las batallas entre tropas ucranianas y rusas con norcoreanos en sus filas, el gobierno en Kiev intentó persuadir a los soldados de Corea del Norte a desertar y a rendirse en forma voluntaria lanzando folletos u octavillas con aspecto de billetes norcoreanos con un texto donde se leía: ¡Ríndanse!. Y en los que, según circularon videos en Telegram, el gobierno ucraniano ofrecía salvoconductos a Europa.
De acuerdo con el corresponsal ruso, Kots, no se tuvo noticia de algún soldado de la RDPC que abandonase su puesto u obligaciones o que violara su juramento ni servicio.